La mala organización deslució el impresionante espectáculo en el Estadio Municipal de Marbella.
ABC. 7 AGO 1986.- Unas veintiséis mil personas acudieron al Estadio Municipal de Marbella el 5 de agosto de 1986 para asistir a la actuación del grupo Queen, que pone así fin a su gira por España, tras presentar su espectáculo en Madrid y Barcelona.
El recital consiguió el éxito esperado, si bien se apreció algo de cansancio en el vocalista y líder del grupo, Freddie Mercury, al que la voz le falló en alguna ocasión, y cantó en un tono más bajo del habitual.
El concierto se saldó felizmente y con una recaudación de sesenta y cinco millones —treinta y cinco de ellos fueron de beneficio—. Luego, hacia las dos de la madrugada, los componentes del grupo musical ofrecieron una fiesta privada en la discoteca Jimmys, por cuyo alquiler Queen pagó un millón y medio de pesetas.
Entre otros personajes conocidos «cayeron» por la fiesta Cary Lapique, Gunilla, Javier Gurruchaga, Beatriz Santana y Antonio Díaz Miguel, aunque el líder de Queen, Freddie Mercury, no apareció hasta pasadas las cuatro de la madrugada.
El grupo británico confirmó los rumores de su separación a una emisora marbellí, única a la que se autorizó la entrada a la fiesta, y declararon que a partir de ahora cada uno se dedicará a actuar de forma independiente.
Los miles de espectadores —españoles y extranjeros— tuvieron que esperar más de media hora a que el famoso grupo hiciese acto de presencia en el escenario. Al comienzo del mismo los Queen se dedicaron a cantar sus canciones más conocidas.
Destacar que el sonido y el juego de luces estuvo perfecto durante todo el tiempo que duró la actuación, con unos efectos especiales que pocas veces se han visto en el Estadio Municipal de Marbella.
El líder del grupo, Freddie Mercury, dió su show particular, si bien se le notaba algo cansado y menos «saltarín» que en sus otras salidas a escena.
Al final, los Queen ofrecieron su ya consabida «Dios salve a la Reina», luciendo Freddie Mercury una bandera británica por una cara y por la otra la española, hecho que provocó una gran ovación por parte de los miles de personas que presenciaron el espectáculo. Muchos de ellos vinieron desde Gibraltar, cosa que motivó un considerable problema a la hora de los aparcamientos, dado que no se había previsto semejante avalancha de vehículos extranjeros.
Mala organización
Al margen del buen hacer de Queen, el acto estuvo acompañado de un bochornoso espectáculo ofrecido por los organizadores del recital, los hermanos Phillips y Dominique Bollus, que con su mala gestión provocaron un conato de violencia, que se pudo salvar gracias a la actuación de las Fuerzas de Orden Público que vigilaban el lugar.
Las puertas del estadio de fútbol de Marbella se mantuvieron cerradas durante la actuación con candados, lo cual entraña un verdadero riesgo, sobre todo teniendo en cuenta las miles de personas que se congregaron en el recinto.
Por otra parte, la mala planificación del evento, la utilización de los medios de prensa antes de la actuación y posteriormente el impedir a los mismos hacer su trabajo, ha causado un profundo malestar en toda la población, que una y otra vez repetía que Marbella no se siente beneficiada con conciertos de este tipo, que lo único que provocan es la desestabilización del orden establecido.
Para remate de la fiesta, los organizadores cerraron una conocida discoteca para realizar una fiesta a la cual únicamente podían entrar súbditos ingleses.
🎥 | Queen en Informe Semanal (2 AGO 1986):