Tal vez los más fieles seguidores conozcan todos los detalles de la vida de Freddie Mercury, pero hay misterios que quizás escapan a la vista de algunos.
A estas alturas de las circunstancias, tal vez podríamos llegar a pensar que sabemos todo sobre la vida de Freddie Mercury. El cantante se convirtió en leyenda el 24 de noviembre de 1991, cuando dejó este plano para convertirse en mito. Sin embargo, con el “revival” de su música y su vida en 2018, tras su biopic “Bohemian Rhapsody”, nuevos datos salen a la luz.
Uno de ellos, por ejemplo, fueron las últimas fotografías que su novio, Jim Hutton, le sacó en su mansión de Londres pocos meses antes de morir. En 2019, los discos de “Queen” volvieron a ser de los más reproducidos en plataformas de streaming y vídeos de las actuaciones de Freddie Mercury volvieron a acumular cientos de visitas.
Decir que Freddie Mercury nació para la música sería una obviedad. Incluso la forma de su cavidad bucal era perfecta para cantar, como si su destino artístico hubiese estado marcado desde el momento de nacer en su mismo cuerpo. Esto lo llevó a ser un metódico de sus melodías. Uno de los secretos recientemente revelados sobre su pasión por el arte tiene que ver con uno de sus instrumentos más nobles: el piano.
Pianista
Y es que, al parecer, el cantante poseía en la cabecera de su cama, un piano. La razón de esta aparente locura tenía, por supuesto, una explicación. Si en medio de la madrugada una melodía venía a su mente, enseguida la podía tocar, hacerla realidad y anotarla. El piano, como bien se ha visto a lo largo de su larga trayectoria, era prácticamente una extensión del mismísimo vocalista de Queen. Tanto que esa anécdota de la cabecera está reflejada en una de las escenas de “Bohemian Rhapsody”.
La historia de Freddie Mercury con este instrumento musical se remonta a la época en la cual el artista estudiaba en la St. Peter’s Boys School en India. Allí asistió a clases y perfeccionó su técnica hasta los 9 años. Después de este paso la unión entre el hombre y la máquina fue inseparable. Sus mismos compañeros de la banda, Roger Taylor y Brian May, admirarían en público la capacidad y la facilidad que tenía el líder del grupo para interpretar sus melodías con el piano.
Al parecer, todos estos datos que han ido saliendo a la luz,o que solo unos pocos privilegiados conocían sobre el cantante, dieron pie a los rumores sobre una secuela de la biopic. Retomaría la historia de Freddie Mercury, después del famoso show en “Live Aid” en Wembley, donde termina la película de 2018. Al parecer, Brian May y Roger Taylor no estarían muy convencidos con esta segunda parte, pero lo cierto es que tampoco descartan la posibilidad. En sus palabras, si el enfoque es correcto, quizás la historia que haya para contar sea buena.