Lucy Boynton bromea en una entrevista sobre la posibilidad de casarse en la Morgan Library de Nueva York… ¿con Rami Malek?
El noviazgo de Rami Malek y Lucy Boynton ha tenido instantes muy públicos como su beso en los Oscar, pero en general han mantenido su romance bajo llave.
Es algo que ha cambiado esta semana gracias a las entrevistas que han concedido de forma individual para dos revistas diferentes. Y pese a que ninguno haya sido exageradamente explícito acerca de los detalles de su relación sentimental, es el anecdotario de esas conversaciones con la prensa el que permite contar con más detalles del secretismo que rodea a su noviazgo.
En su entrevista con The Cut, Boynton recuerda el día en el que conoció a Malek. Fue en los estudios de Abbey Road de Londres poco antes de que diera comienzo el rodaje de Bohemian Rhapsody, la película en la que se enamoraron dentro y fuera de la pantalla. Según la revista, Boynton estaba teniendo un “día intenso” y se apartó a una esquina para lidiar con su ansiedad. Malek se acercó para acordar un plan con el que afrontar la escena que tenían que rodar juntos.
Boynton admira que Malek pudiera coger las riendas de aquel set de rodaje, uno repleto de controversias a causa del despido del denostado director Bryan Singer, y hacerse líder del mismo: “El reparto se unió mucho al pasar por aquello, tal y como siempre ocurre cuando pasas por una situación particularmente estresante, por decirlo de forma educada”.
Malek acabó llevándose un Oscar por encarnar a Freddie Mercury en esa película. Cuando anunciaron su nombre ganador, lo primero que hizo el actor fue besar en la boca a Boynton, que estaba sentada a su lado. La actriz dice que en aquel momento se sintió tranquila, probablemente por los caramelos de cannabis (CBD) que se había tomado antes de la gala: “Que él ganara por su actuación fue como una victoria por la punta del iceberg de todo lo que había hecho”.
Boynton tampoco ofrece muchos más detalles de su relación con Malek por una anécdota en concreto: “Tuve una entrevista hace poco en la que me hicieron algunas preguntas directas y groseras sobre mi relación. Casi como que me obligó a echar para atrás”.
Que los dos hablen poco de su relación no impidió que Malek dejara que la periodista Molly Young de GQ USA le siguiera a una tienda de Goop, la firma de salud natural de Gwyneth Paltrow, para comprarle un regalo casual a su novia. Malek casi se decanta por unas sales de baño (“Es británica. Todo lo que hace es darse baños”), pero por tema logístico acabó eligiendo otros dos obsequios.
El actor cogió un desodorante de té de jazmín de la marca Schmidt’s (“Le encantará”) y una cadena de oro con un colgante en forma de luna creciente. Como broma, Malek le pidió al dependiente que pusiera el desodorante en la cajetilla de joyería y la cadena en una bolsa de compra al uso: “Bien. Será divertido. Pensará que le estoy tomando el pelo”.
Eso sí, Malek confiesa que dentro de toda la locura de Hollywood, momentos que abrazar como su fichaje para interpretar a Freddie Mercury, gente a la que admirar como Tom Hanks o personas a las que amar como Boynton son también parte de la industria del entretenimiento que él conoce: “Si puedes encontrar cualquier tipo de felicidad ahí dentro, aférrate a ella”.
Aunque quizá el detalle más revelador de ambas entrevistas tenga que ver con el lugar donde Boynton fue a hacerse las fotos con The Cut: la espectacular Morgan Library de Nueva York. El también museo cuenta con una biblioteca de tres niveles y un techo de murales y yeserías.
“Imagina tener una boda aquí”, dice Boynton en un punto de la sesión de fotos. Y aunque no se ofician bodas en la Morgan Library, la guía del museo le dijo a Boynton que quizá se podían mover algunos hilos para gestionar una posible ceremonia: “Perfecto, porque quiero una boda aquí y no quiero que la tenga nadie más”.