La unión de dos gigantes del rock como David Bowie y Queen dio lugar a uno de los éxitos más emblemáticos de la música: “Under Pressure”.
Esta colaboración entre Queen y David Bowie, que se materializó en 1981, fue el resultado de una sesión de improvisación en los estudios Mountain de Montreux, Suiza, y ha perdurado como un testimonio de la innovación y la química musical.
La génesis de esta canción se remonta a un encuentro casual. Queen estaba trabajando en nuevas pistas cuando Bowie, quien se encontraba en el mismo estudio, decidió unirse a la sesión. Lo que inicialmente era un intercambio de ideas, pronto se convirtió en una fusión de estilos y talentos. La canción comenzó sin un rumbo fijo, evolucionando a partir de improvisaciones y jam sessions, hasta que emergió “Under Pressure”.
La letra de “Under Pressure” refleja tanto la tensión de la época, con referencias a la presión social y personal, como la tensión creativa entre los músicos. La voz distintiva de Bowie y los coros potentes de Freddie Mercury crean un contraste audaz que reconocido por la mayoría. Además, el bajo de John Deacon y la batería de Roger Taylor añadieron un ritmo contagioso, mientras que Brian May aportó su característico sonido de guitarra.
Este tema no solo se convirtió en un éxito comercial, alcanzando el número uno en las listas del Reino Unido, sino que también ha sido interpretado en innumerables ocasiones por ambos artistas en sus respectivas carreras en solitario y con sus bandas.
La colaboración no solo fue un encuentro de dos mundos musicales diferentes; fue un maridaje de innovación y tradición, demostrando que la música puede trascender estilos y personalidades.
“Under Pressure” sigue siendo una influencia, un himno y un recordatorio del poder que tiene la colaboración entre músicos de talla mundial.