En un evento que marcó un hito tanto en el mundo de la música como en el de la ciencia, el legendario guitarrista de Queen recibió su doctorado en astrofísica en agosto de 2007.
Este logro no solo fue un testimonio de la dedicación académica de Brian May, sino también de su capacidad para equilibrar una carrera musical exitosa con su pasión por la ciencia.
Brian May, quien había comenzado su doctorado en la Universidad de Londres en 1971, lo dejó de lado para perseguir su carrera con Queen, una banda que revolucionó la música rock con hits como “Bohemian Rhapsody” y “We Will Rock You”.
Sin embargo, su amor por la astrofísica nunca se desvaneció. En 2007, después de más de tres décadas, Brian May presentó su tesis titulada “Radial Velocities in the Zodiacal Dust Cloud” (“Velocidades Radiales en la Nube de Polvo Zodiacal”), una investigación que exploraba cómo las partículas de polvo en nuestro sistema solar se mueven en la misma dirección que los planetas.
El proceso de completar su tesis fue tan meticuloso como su trabajo en el estudio de grabación. Brian May viajó a observatorios como el del Roque de los Muchachos en La Palma, Canarias, para realizar observaciones bajo cielos oscuros, libres de contaminación lumínica, demostrando su compromiso con la precisión científica. Su tesis, un trabajo de 48.000 palabras, no solo reflejó su habilidad para la música, sino también su agudeza intelectual en campos científicos.
La ceremonia de graduación en el Imperial College, donde May había estudiado originalmente, fue un momento de reflexión y celebración.
“He hecho este trabajo del que estoy orgulloso”, comentó Brian May, subrayando que aunque el tribunal no aprobase su investigación, él tenía su propia forma filosófica de ver las cosas.
Este comentario no solo refleja su personalidad estoica, sino también su independencia de pensamiento, una cualidad que ha caracterizado tanto su música como su ciencia.
Logro personal e inspiración
La recepción de su doctorado en 2007 no fue solo un logro personal para Brian May; también inspiró a muchos, demostrando que la pasión por el aprendizaje y la curiosidad pueden coexistir con una vida llena de otros compromisos y éxitos.
Desde entonces, May ha continuado su labor como divulgador científico, colaborando con la NASA y convirtiéndose en una figura reconocida en la comunidad científica, especialmente en el campo de la astrofísica.
Este evento de 2007 no solo marcó el final de un largo viaje académico para Brian May sino que también abrió un nuevo capítulo en su vida, donde la ciencia y la música se entrelazan, demostrando que la curiosidad y la perseverancia pueden llevar a cualquier persona a tocar las estrellas, literalmente y figurativamente.