El 16 de julio de 1984 Queen lanzó el single de la canción ‘It’s A Hard Life’, del álbum ‘The Works’ de ese mismo año.
“It’s a Hard Life se trata de una de las canciones más bonitas que compuso Freddie Mercury en su vida. Sale directamente del corazón”, dijo su compañero de banda Brian May.
Harto de relatar sus proezas sexuales en las entrevistas que concedió durante la promoción de Hot Space o en las letras para este nuevo álbum, Freddie Mercury compone en esta ocasión un tema más profundo.
Lo trabaja en estrecha colaboración con Brian May, quien recupera al Freddie que ama, sensible y cariñoso, lejos de las locuras de Múnich. “Hoy en día, ‘It’s A Hard Life’ es uno de mis temas favoritos de Freddie”, diría más tarde el guitarrista. “En realidad, intervine en la composición de la letra. Buscábamos el sentido profundo de la canción, y éramos conscientes de que poco importa la sexualidad o el tipo de amor del que hablamos. Se trata de expresar el sentimiento de abandono y de soledad”.
Cabe destacar que, desde enero de 1983, alguien ha robado el corazón de Freddie. Para sorpresa de su entorno, mantiene una relación apasionada con la actriz austriaca Barbara Valentin (su nombre verdadero es Ursula Ledersteger), a la que conoce en un club de Múnich. Conocida durante mucho tiempo como “la Jane Mansfield del cine alemán” por sus actuaciones en las películas de Rainer Fassbinder o del suizo Helmut Förnbacher, la actriz vive con Mercury una historia de amor acompañada de excesos en todos los sentidos.
“Barbara era extravagante. Era la ‘reina’ de Múnich”, confirmaría Peter Straker, el amigo de Freddie.
Amor sincero
‘It’s A Hard Life’, en la que el cantante clama “Es una lucha larga y dura / Aprender a cuidarnos mutuamente / Confiar en el otro desde el principio / Cuando estás enamorado”, demuestra el amor sincero que une a las dos estrellas, aunque también el tumulto que reina entre estas dos personalidades con un carácter fuerte.
“Sé que mi madre estaba enamorada de él, porque ella me lo decía”, reconocería Minki Reichardt, la hija de Barbara Valentin. “Creo que su relación era sincera e intensa. Les gustaba el conflicto. Hablaban, gritaban, se peleaban, y luego el uno caía en los brazos del otro”.
La actriz aparece en numerosas ocasiones en el videoclip de ‘It’s A Hard Life’, confiado por Queen al realizador Tim Pope. Se grabó durante dos días en junio de 1984 en Múnich. El videoclip plasma la imagen de Mercury en esa época: debatiéndose entre la exuberancia y la melancolía. Los músicos, que evolucionan en leotardos y disfraces coloridos (¡John Deacon lleva una cabeza de unicornio bajo el brazo!) en medio de un decorado barroco que recuerda al carnaval veneciano, parecen perdidos en la extravagancia de la situación.
En cuanto a Brian May, está equipado con una guitarra con un cráneo, que esgrime con fuerza, como si se tratara de la espada de Excalibur recién sacada de la roca. Aunque Freddie Mercury resulta conmovedor, incluso ataviado con una peluca extrañamente larga que le cae hasta los glúteos, consigue convencer fácilmente, incluso desfilando en este decorado excéntrico, ya que la letra que canta resulta muy sincera.
Realización
‘It’s A Hard Life’ de Queen es una balada muy conseguida, como tan solo Mercury sabe hacerlas. La introducción es, sin ninguna duda, la parte más majestuosa. Construida alrededor de un coro intenso que apoya la voz de Freddie, esta entrada en materia es un gran éxito.
La estrella de Queen parece llorar de desesperanza: “Yo no quiero libertad / No hay razón alguna para vivir con un corazón roto”. Para este fragmento, el cantante ha versionado una de las líneas melódicas de la famosa aria “Vesti la giubba”, compuesta por el compositor italiano Ruggero Leoncavallo en 1892 para su ópera Pagliacci.
El resto del tema es más clásico, y el piano de Freddie apoya su línea de voz, muy melancólica. La guitarra no está lejos, puntuando los estribillos con unos acordes potentes típicos de las baladas de la década de 1980 y unos coros que recuerdan los mejores momentos de Queen en la época de A Day At The Races.
Texto extraído del libro Queen: La historia detrás de sus 188 canciones, disponible desde aquí.