A pesar del fracaso comercial de Mr. Bad Guy que lanzó la discográfica CBS, Freddie Mercury quiso volver a intentar sacar un nuevo disco en solitario.
Todo surgió tras grabar dos canciones de Dave Clarke para el musical Time, en 1985. Freddie iba a probar sólo una canción. Al final cantó «Time» y «In My Defense», con Mike Moran como guía en el estudio.
«Time» salió a principios de 1986 como single. Hace unos pocos años «Time» se volvió a lanzar en ese formato en una nueva versión (de nombre «Time Waits for No One») donde quitaron toda la instrumentación original y coros, manteniendo una toma vocal de Freddie y el piano de Mike Moran. Suena aún más intimista y profunda de lo que por sí ya era. «In My Defense», el otro tema que cantó para el musical de su amigo Dave, lo sacó EMI como single póstumo en los noventa.
Freddie se entendió a las mil maravillas con Mike Moran, y le comentó que tras el Magic Tour Queen se iban a tomar un año de descanso. Le planteó colaborar en un segundo álbum. Lo primero que grabaron fue una versión de «The Great Pretender», el mayor éxito en vida de Mercury, llegando al número cuatro de las listas británicas.
The Great Pretender
Mercury siempre había querido versionar esa canción, sentía que reflejaba muy bien su doble personalidad: la estrella del rock y la persona. En el hilarante video salía Mercury, Roger Taylor y Peter Straker, este amigo íntimo del cantante de Queen, travestidos.
A pesar de que el director del documental ganador de un Emmy sobre Mercury, The Great Pretender, Rhys Thomas, me comentara en una entrevista que este segundo disco sería todo de versiones, Moran, quien se encargaría de la producción y autoría de algunos temas, aparte de tocar el piano, desmintió esa información.
La idea era sacar un álbum con canciones nuevas. El contrato con CBS era por dos discos, y quería rentabilizarlo. No sabía si iba a ser un éxito en Estados Unidos después del fracaso de Mr. Bad Guy, pero el motivo de este disco surgía más de sus inquietudes creativas que comerciales.
Otra canción que grabaron, bajo un provisional título fue «Africa by Night». Mercury quería que colaborara Brian May a la guitarra, como al final hizo. «Africa by Night» terminó convirtiéndose en «All God’s People», incluida en el álbum Innuendo e incluso enviada en cintas promocionales como posible candidata a entrar en The Miracle. Normalmente se dice que esta canción surgió para el disco Barcelona. Es un dato erróneo que corrigió el propio Mike Moran. Simplemente cuando el segundo disco de Mercury se canceló para realizar el álbum a dúo con Caballé, a Brian, Roger y John les gustó tanto el tema para convertirlo en una canción de Queen. Nunca se ha filtrado la demo original de Mercury y Moran de «Africa By Night». Seguramente tuviera un tono más pop y menos de banda.
Todos sabemos la historia de Barcelona, así que cuando Caballé conoció a Mercury en el Ritz de la ciudad condal, el cantante priorizó hacer un álbum con ella y meses después decidió descartar el supuesto segundo disco en solitario.
A pesar de todo, al principio, trabajó en paralelo al proyecto de Barcelona en unas cuantas canciones con Mike Moran. Canciones que salieron a la luz sus demos a raíz del lanzamiento de la caja de Mercury The Solo Collection. La más conocida es «The Rachmaninov’s Revenge», más tarde convertida en «The Fallen Priest para Barcelona». Según me comentó Mike Moran en un correo electrónico «“The Rachmaninov’s Revenge” fue sólo una idea para una posible canción para el álbum en solitario de Freddie. Fue compuesta casi al mismo tiempo que estábamos filmando el vídeo de “The Great Pretender”. La idea de desarrollarlo a dúo con Montserrat surgió tras nuestro encuentro inicial en Barcelona».
El resto de canciones que se conocen las demos por la caja son «Hold On», «It’s So You», «I Can’t Dance», «Horns of Doom» y «Yellow Breezes». Lo que escuchamos son simplemente esbozos, maquetas primigenias de lo que pudieron haber sido grandes temas.
Cedamos el testigo a Moran para terminar. «Freddie y yo empezamos a trabajar en su disco en solitario en los estudios Townhouse, en Londres. Compusimos canciones, grabamos algunas cosas… El resto del material no se terminó. Para ser honestos, componíamos sobre una página en blanco, sin ideas. Yo tocaba algo con el piano y construíamos sobre esas bases. Si sonaba bien, nos inventábamos letras para la canción, no las letras definitivas, eran solo para que Freddie cantara algo. Algunas de estas ideas las utilizamos en el álbum “Barcelona”. Muchos de estos temas nunca tuvimos tiempo de desarrollarlos».
Moran continúa: «Lo que escuchas en los discos de rarezas [se refiere a los cedés Rarities 2 (The Barcelona Sessions) y Rarities 3 (Other Sessions) de la caja The Solo Collection] es para que la gente pueda hacerse una idea de lo que hicimos en aquella época, nada más. Hubiera sido fantástico haber realizado ese álbum en solitario, pero nos quedamos sin tiempo y Queen era la prioridad. Si Freddie hubiera estado bien de salud, nos habría llevado otro año finalizar ese disco en solitario. No pudo ser».