El 24 de noviembre de 1991, Freddie Mercury se convertía en leyenda dejando tras de sí un legado incomparable que sigue más vigente que nunca.
Alejandro Arbelo.- Estos días escribir sobre cualquier aspecto relacionado con la trayectoria, obra y milagros de Queen se me antoja como una posibilidad casi sacrílega desde el prisma emocional. Y es que no en vano se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Freddie Mercury y ello impide desviar la atención hacia otras cuestiones del grupo que quedarían obviamente en un segundo plano…
29 años pasan ya desde la desaparición del carismático líder de Queen y el recuerdo de aquel triste final aún nos sigue sobrecogiendo. Leía en cierta ocasión que los sucesos trágicos o luctuosos nunca se llegan a superar del todo. Aprendemos simplemente a convivir con ellos (con mayor o menor éxito en el propósito). Muchos de nosotros/as, por edad o por un descubrimiento tardío, convertimos a Queen en nuestra banda sonora vital cuando Freddie ya nos había dejado a causa del SIDA en noviembre de 1991.
Sin embargo, el impacto que nos causó el trágico final del cantante de la voz prodigiosa y el talento descomunal nos hizo sentir aquella pérdida como si la hubiéramos vivido en tiempo presente. Y es que resultaba difícil hacerse fan de Queen y no caer en la idolatría de aquel genio y sufrir con su pérdida…Ávidos por conocer más y más sobre la banda y sus integrantes, todos los seguidores de Queen hemos llegado a esa etapa de duelo en la que, compungidos, caíamos en shock al saber cómo se produjo el prematuro adiós de Mercury.
De estrella de rock a leyenda
Con la perspectiva del tiempo, muchos entendemos que fue precisamente su trágica muerte lo que terminó de elevar su figura. De estrella del rock a leyenda de la historia de la música. Su talento innato, celestial voz, sentido del espectáculo y magnetismo ante las cámaras ya le reservaban un espacio en el Olimpo de los más grandes. Pero sin duda con su desaparición pasó a convertirse en un mito.
Así con todo, año tras año, la comunidad queenera ve con orgullo como se repiten los especiales en internet, radio y televisión. Se recuerda un cantante que es hoy en día mucho más importante de lo que pareció durante toda su carrera. Y ello, sin poder evitar sentir al mismo tiempo cierta zozobra, ya que la de Mercury es una despedida que no deja de doler…
Dolor y recuerdo
A modo de resumen de este mar de sensaciones contrapuestas, nada mejor que rescatar las palabras que emitieron Brian, Roger y John tras la desaparición de Freddie:
“Hemos perdido al mejor y más querido miembro de nuestra familia. Sentimos un dolor tremendo porque se ha ido, tristeza porque se encontraba en la cumbre de su creatividad. Pero por encima de todo un gran orgullo por el modo valeroso en el que vivió y murió. Nos ha sido concedido el privilegio de compartir nuestra vida con él”.
Este mensaje podríamos firmarlo cualquiera de los que, siendo fieles seguidores de la banda, hicimos de Queen y Mercury nuestros referentes musicales. Amigos, un aniversario más, The Show Must Go on!