La voz de Freddie Mercury evolucionó con el tiempo y es sin duda el mayor distintivo de Queen.
A estas alturas nadie duda de que uno de los grandes fuertes de Queen, uno de esos rasgos distintivos que le valió a la banda para situarse en el panorama sonoro mundial, primero como referentes del rock, más tarde como leyendas de la música, fue sin duda la prodigiosa voz de Mercury. A poco que se indague en la Red, puede leerse que Freddie era capaz de abarcar cuatro octavas. También que fue un barítono que cantó como tenor con un excepcional control sobre su técnica de producción de voz, o que fue un maestro en el arte de modulación.
Al margen de los recientes estudios publicados tratando de desentrañar los misterios de la voz del genio, el fan de Queen sabe que la ejecución vocal del de Zanzíbar no siempre fue igual. Se sabe que el grupo desarrolló su carrera marcando dos estilos a la hora de ejecutar su música. De una parte fue claramente identificable el sonido Queen de estudio -sofisticado, magnificente, perfeccionista y exquisito-; y de otra el sonido Queen de los grandes estadios y actuaciones multitudinarias. Ahí el grupo se entregaba por completo al show y hacía mover a las masas.
Los 70s
A la vista de estas dos maneras de la banda de articular su propia música, Freddie Mercury alternó la forma en que usaba su portentosa voz. Pero… no siempre fue así. Durante los primeros años de Queen puede comprobarse como sus actuaciones en directo eran más fidedignas al sonido de los discos de estudio, incluida la voz del propio Freddie, que sonaba, a mi gusto, celestial e inmejorable durante esa etapa.
La cuestión es: ¿por qué la ejecución vocal de Freddie en los directos de los 80 empezó a ser otra respecto a los 70? A esta pregunta puede haber respuestas obvias, tales como la edad de Mercury. En los 70, la edad del líder de Queen fue de los 24 a los 33 años; en los 80 y hasta el momento de su muerte, de los 34 a los 45, factor éste, sin duda, que modularía la voz del cantante. No obstante, otros motivos más conscientes podrían haber influido en esta cuestión…
Bohemian Rhapsody (A Night At The Odeon – Hammersmith 1975)
Los 80s
A principios de los 80, Queen empezó a perder el favor del público norteamericano, ya que a la mala acogida que supuso el álbum Hot Space (un cambio de registro a la música disco cuando ésta ya había pasado de moda), se sumó la percepción cada vez más generalizada de que Freddie podía ser homosexual. Los fans estadounidenses entendían que el rock tenía que ser algo hetero y esa imagen del cantante gay con mostacho que hacía rock contoneándose sobre un escenario no agradó.
Pudo entender entonces Mercury que lo que el gran público reclamaba en escena era la figura de un macho-man rockero que hiciera mover al público con su espectacular música.
A partir de entonces puede apreciarse notoriamente como el líder de Queen limitó los falsetes en escena; los tonos agudos menguaron a favor de los graves y muchos temas se ejecutaron tal vez de forma más cruda y vertiginosa. Sacó a relucir Mercury, en definitiva, esa impronta icónica de estrella del rock de los 80 (hoy atemporal), que sobre el escenario se convertía, precisamente, en un macho man que dominaba todos los aspectos del show.
Bohemian Rhapsody (Live At Wembley Stadium, 1986)
Obviamente, ambas formas no son excluyentes para el fan de Queen, que disfruta cada una de las etapas de la banda y su legado. Pero lo cierto es que cada uno de nosotros probablemente ya se haya decantado por unas interpretaciones u otras. Forma parte todo de la grandeza de una de las mejores bandas de la historia de la música. Larga vida a la Reina.