El 9 de abril de 1986 marcó un hito en la historia del teatro musical con el estreno de “Time”, una ambiciosa obra concebida por Dave Clark, el legendario líder de The Dave Clark Five.
Este evento, celebrado en el Dominion Theatre de Londres, no solo destacó por su innovadora producción, sino también por la presencia de Freddie Mercury, amigo cercano de Clark y una de las figuras más icónicas de la música. Aunque Mercury no actuó en la función de esa noche, su asistencia al estreno y su contribución al proyecto dejaron una huella imborrable.
“Time” era un musical de ciencia ficción que combinaba una narrativa futurista con una puesta en escena de vanguardia. Contaba con un elenco estelar liderado por Cliff Richard y la participación holográfica de Sir Laurence Olivier como Akash, el narrador. La obra exploraba temas de paz universal y el papel de la humanidad en el cosmos, todo acompañado por una banda sonora espectacular.
Freddie Mercury, quien ya era una superestrella gracias a Queen, aportó dos canciones clave al álbum conceptual del musical: “Time” y “In My Defence”. Estas piezas, grabadas meses antes, reflejaban su poderosa voz y su capacidad para transmitir emociones profundas, convirtiéndose en éxitos que trascendieron el escenario.
Noche imborrable
La noche del estreno, Freddie Mercury asistió como invitado especial, mostrando su apoyo a Clark, con quien mantenía una amistad desde 1976. Su presencia no pasó desapercibida; vestido con su característico estilo extravagante y acompañado de Mary Austin, Freddie fue un imán para la atención de los medios y los fans.
Aunque no subió al escenario esa noche —su única actuación en “Time” ocurriría dos años después, en una función benéfica en 1988—, su energía magnética y su entusiasmo por el proyecto fueron evidentes. Clark, quien también dirigió y produjo el musical, valoraba profundamente la participación de Mercury, destacando cómo su voz elevó la obra a otro nivel.
El 9 de abril de 1986 no solo fue el debut de “Time”, sino también un momento que encapsuló la colaboración entre dos genios musicales. Para Mercury, fue una oportunidad de explorar su versatilidad fuera de Queen, mientras que para Clark fue la culminación de un sueño ambicioso.
Aquella noche, el Dominion Theatre vibró con una mezcla de innovación, talento y la presencia inolvidable de Freddie Mercury, dejando un legado que aún resuena en la historia del rock y el teatro.
