Freddie Mercury demostró ser un visionario en su comprensión del impacto que la tecnología tendría en la industria musical.
Aunque los comentarios directos de Freddie Mercury sobre el tema no son ampliamente documentados, su enfoque innovador hacia la música y el espectáculo nos da pistas claras sobre sus posibles preocupaciones y percepciones.
Freddie Mercury y Queen fueron pioneros en el uso de la tecnología de su tiempo para crear música que trascendiera las convenciones. Con álbumes como “A Night at the Opera” y canciones como “Bohemian Rhapsody”, Queen demostró cómo la tecnología podía expandir los límites de lo que era posible en la producción musical.
“Bohemian Rhapsody”, con su estructura inusual y su uso de multi-tracking y overdubbing, fue revolucionaria no solo por su composición sino también por cómo utilizó la tecnología disponible para crear una experiencia auditiva compleja y sin precedentes.
Sin embargo, Mercury también fue consciente de los riesgos que la tecnología podía traer a la autenticidad y el alma de la música. En una era donde la digitalización y la producción en masa de música estaban en sus albores, él podría haber intuido que la facilidad de producir y distribuir música podría diluir la calidad y la artesanía que él y sus contemporáneos valoraban tanto.
El aumento de la tecnología podría, en su opinión, llevar a una saturación de contenido, donde la distinción entre lo excepcional y lo mediocre se volviera borrosa. Freddie Mercury, con su pasión por el espectáculo y la interacción directa con el público, podría haber anticipado cómo la tecnología podría cambiar la relación entre artista y audiencia.
Actualidad
Hoy en día, con la prevalencia de la música digital, las descargas, y las plataformas de streaming, la experiencia de un concierto en vivo ha cambiado drásticamente. La posibilidad de que un artista se conecte emocionalmente con su audiencia a través de la pantalla de un dispositivo podría haber sido vista por Freddie Mercury como una reducción de la magia y la espontaneidad que él tanto amaba en los espectáculos en vivo.
Además, Mercury entendió la importancia del contacto humano en la creación musical. Su trabajo con Brian May, Roger Taylor y John Deacon fue un ejemplo perfecto de cómo la química personal y la colaboración directa resultan en una sinergia artística que ninguna tecnología puede replicar completamente.
La era digital lleva a que muchos artistas creen música en aislamiento, utilizando software y efectos que, si bien son herramientas poderosas, pueden distanciar a los músicos del proceso humano de creación.