Aunque para todos era patente la enfermedad de Freddie, el cantante permaneció oculto y en silencio hasta el final, y en su entorno negaron una y otra vez la situación.
Pero finalmente, el 23 de noviembre de 1991, Freddie Mercury anunció al mundo que padecía SIDA. Lo hizo a través de un comunicado de prensa que decía:
“Respondiendo a las informaciones y conjeturas que sobre mí han aparecido en la prensa desde hace dos semanas, deseo confirmar que he dado positivo en las pruebas del virus y que tengo sida. He procurado mantener oculta esta situación para proteger mi vida y la de quienes me rodean, pero ha llegado el momento de que mis amigos y fans de todo el mundo conozcan la verdad y espero que todos se unan a mí y a todos cuantos luchan para combatir esta terrible enfermedad”.
Como bien han señalado algunos periodistas estudiosos de la obra de Queen, parece poco probable que tan frío comunicado fuera obra del propio Freddie. Por el contrario, todo parece indicar que Freddie ya estaba agonizando cuando sus allegados, ante el inminente final, redactaron el comunicado. De haberlo hecho Freddie, no hubiera faltado su habitual toque humorístico pese a que se tratase de anunciar su propia muerte.
Y, efectivamente, al día siguiente, a las siete de la tarde del domingo 24 de noviembre de 1991, Freddie falleció en su casa, rodeado de familiares y amigos. La noticia de su muerte abrió los informativos de radios y televisiones de todo el mundo, y apareció en las portadas de todos los periódicos.
Conmoción
El mundo del rock sufrió una auténtica conmoción, pues, pese a lo evidente de su enfermedad, nadie, excepto sus allegados, conocían el auténtico estado en que se encontraba Freddie. Masivos envíos de flores y telegramas llegaron a su residencia desde los más recónditos lugares del planeta.
Miles de personas se acercaron hasta su casa, viajando desde muy lejos, para velar su cuerpo. El asistente personal de Freddie, Peter Freestone, recuerda cómo le atendió por última vez:
“Después de su muerte, yo lo dispuse todo para su funeral, porque pasamos tantos años procurando que él estuviera presentable antes de salir de casa, asegurándonos de que llevara la corbata bien puesta, de que tuviera buen aspecto. Lo último que podía hacer por él era hacer que todo fuese lo más perfecto posible”.
La misma noche de su muerte, los otros tres componentes de Queen se reunieron en casa de Roger. Allí decidieron organizar un gran concierto en homenaje a Freddie. Todavía no sabían cómo, ni cuándo, ni dónde, pero lo iban a hacer.
Despedida
Y tres días más tarde tuvo lugar una tranquila ceremonia de cremación, siguiendo el rito de la fe zoroastriana que sus padres seguían estrictamente. A la ceremonia, realizada en total intimidad, sólo acudieron familiares y amigos íntimos. También el que fue su gran amigo, Elton John, y sus tres compañeros de Queen:
“Estuvimos juntos durante la mayor parte de mi vida adulta. Yo tendría alrededor de veinte años cuando empecé a trabajar con Freddie, y realmente es como perder un hermano”. (Brian May)
Antes de concluir el año, y a fin de recaudar fondos para la lucha contra el SIDA, se editó un sencillo con doble cara A: ‘Bohemian Rhapsody’ y ‘These Are The Days Of Our Lives’, que permaneció cinco semanas en el número uno.
Driven By You
Además, pese a que los acontecimientos le restaron relevancia, por fin Brian May publicó el primer sencillo avance de su álbum en solitario. La canción se titulaba ‘Driven By You’, y era la adaptación de la música que Brian había compuesto para la firma automovilística Ford. Parece que Brian, ante el grave empeoramiento de Freddie, quiso congelar indefinidamente la edición del disco, pero el propio Freddie le conminó a seguir adelante. El sencillo, pese a todo, fue un buen éxito, llegando al puesto 6 en las listas.
Tras la conmoción general causada por la muerte de Freddie, 1992 arrancó bajo una auténtica fiebre en torno a Queen. Si su segundo recopilatorio, ‘Greatest Hits II’ estaba arrasando en listas, a principios de año se editaría un nuevo disco ‘Live At Wembley 86’, que no era sino la versión en disco del vídeo ‘Live At Wembley’. El disco, el tercero en directo de Queen, tiene como hecho diferencial con respecto a los anteriores un mejor sonido, y la revisión de algunos clásicos del rock’n’roll, además de un sonido más pulcro.
Bohemian Rhapsody triunfa de nuevo
También en febrero, su sello discográfico en USA, Hollywood Records, reeditó ‘Bohemian Rhapsody’ como sencillo, con ‘The Show Must Go On’ como doble cara A. El disco, sin duda ayudado por la inclusión de ‘Bohemian Rhapsody’ en la película ‘Wayne’s World’ (inolvidable la delirante recreación del tema en el interior de un coche) alcanzó el puesto 2 y se convirtió en la canción más radiada en USA a lo largo de 1992.
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