El 31 de octubre de 1975 Queen lanza el single ‘Bohemian Rhapsody’ como adelanto del álbum ‘A Night At The Opera’.
‘Bohemian Rhapsody’ se trataba de un tema atípico, que combinaba una balada, un tema heavy y unos coros centrales a modo de ópera. Y de muy larga duración, casi seis minutos, hecho que provocó grandes discusiones entre la discográfica EMI y el grupo.
La discográfica pensaba que ninguna emisora radiaría un tema tan largo. Incluso John Reid, el nuevo manager de la banda, trató de convencer a Freddie para acortar la duración del tema en su versión para la radio.
Pero, afortunadamente, el cantante y compositor de la canción se mantuvo firme en su decisión; no se acortaría ni un solo segundo. Y la historia tardó muy poco tiempo en darle la razón: ‘Bohemian Rhapsody’ no solo sigue siendo la canción más emblemática de Queen, sino que es uno de los más grandes momentos de la historia de la música moderna.
Algunos, erróneamente, cuentan que el single fue directamente al número uno. No es cierto. A la primera escucha, unos se quedaban absolutamente maravillados, mientras otros simplemente sentían una mezcla de confusión y sorpresa. Lo mismo les ocurrió a los ejecutivos de EMI, que, ansiosos por escuchar el material en el que habían invertido tanto dinero, pusieron los ojos como platos la primera vez que lo escucharon.
Un mes para ser número uno
La primera semana de su publicación, ‘Bohemian Rhapsody’ entró en el número 47 de las listas, la semana siguiente escaló posiciones hasta el 17, la tercera semana alcanzó el puesto 9, y al mes, el 25 de noviembre de 1975, el single se convirtió en el primer número uno de Queen. Se mantuvo en el número uno durante más de dos meses.
Esa meteórica escalada del puesto 47 al 1 en el plazo de un mes respondía a las características del tema y las sensaciones que provocaba: primero, asombro, y luego pasión y disfrute sin límites.
Por cierto, en la cara B del single se incluía el tema «I’m In Love With My Car», de Roger Taylor, quien en un arranque de sinceridad reconoció: «Esa cara B era una buena canción, pero la verdad es que gané tanto dinero como Freddie por escribir ‘Bohemian Rhapsody’. Reconozco que esto no es justo, pero la justicia y la ley son dos cosas diferentes».
Creación de una obra maestra
Queen dedicó tres semanas completas solo a la grabación de ‘Bohemian Rhapsody’, un tema que, por sus características, resultó muy difícil de registrar.
Resulta fascinante conocer, en palabras del productor del disco Roy Thomas Baker, cómo se desarrolló la grabación del histórico tema: «No lo grabamos todo de una. Hicimos la primera sección entera, y también la de rock. Para la parte central, pusimos unos toques de batería aquí y allá, y lo llevamos todo a la mesa de mezclas. Alargamos la sección central según íbamos introduciendo fragmentos vocales, porque a Freddie se le ocurrían ideas increíbles. Entraba y te decía: ‘Tengo nuevas ideas para la parte vocal, vamos a poner unos cuantos Galileos aquí…’».
«El acompañamiento básico lo grabamos en dos días. La sección operística duró siete días, en sesiones de diez a doce horas de canto ininterrumpido, y también de risas continuas, porque era tan divertido que, mientras lo grabábamos, estábamos todos muertos de risa. Luego hicimos todas las superposiciones de guitarra, y nos llevó dos días mezclarlo. Yo diría que ese tema, en total, nos costó unas tres semanas, porque eran tres canciones en una».
Una puntualización: pese a que las voces de la parte operística parecen interpretadas por un numeroso coro, no son sino las voces de Freddie, Brian y Roger dobladas hasta 180 veces.
De qué trata la canción
‘Bohemian Rhapsody’ narra la historia de un hombre que, acusado de haber matado a otro, se lamenta ante su madre de su inminente final. La parte operística viene a ser una visión del infierno, del que el protagonista quiere escapar:
«’Bohemian Rhapsody’ no salió del aire. Yo me encargué de investigar. Aunque de broma, era una ópera bufa. ¿Por qué no? Yo nunca dije ser un fanático de la ópera, ni un entendido», reveló Freddie Mercury.
Aún hoy, después de haber escuchado la canción cientos y cientos de veces, sigue provocando auténtica emoción. Pero ‘Bohemian Rhapsody’ significó también la filmación de lo que muchos han considerado el primer videoclip de la historia.
Se trataba en realidad de una película rodada por Bruce Gowers en el mes de noviembre, y que solo les ocupó cuatro horas de trabajo y un modesto coste económico, apenas 4.500 libras.
La película tenía una doble finalidad: no solo serviría para promocionar la canción, sino que evitaría a Queen interrumpir sus giras para tener que acudir a interpretar la canción en la televisión. La imagen central del vídeo estaba basada en las caras de los componentes de Queen que ilustraban su álbum ‘Queen II’.
‘A Night At The Opera’ se publicó el 3 de diciembre de 1975, y se situó, rápidamente, en el número uno de las listas. Era, sencillamente, un disco maravilloso, soberbio y mágico de principio a fin.
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