Freddie Mercury y Barbara Valentin fueron amigos cercanos y amantes durante un tiempo en los años 80.
Barbara Valentin era una actriz y cantante de origen alemán, conocida por su participación en películas de Rainer Werner Fassbinder y por su relación con Freddie Mercury.
Freddie y Barbara se conocieron en 1983 cuando Queen grababa su álbum “The Works” en Múnich, Alemania. Se dice que Freddie quedó cautivado por la personalidad extrovertida y la belleza de Barbara. La pareja pasó mucho tiempo juntos, y Barbara se convirtió en una presencia constante en la vida de Freddie durante los siguientes años.
Aunque Freddie Mercury era abiertamente bisexual, muchos de sus amigos cercanos comentaron que su relación con Barbara Valentin era más que una simple amistad. Barbara misma describió su relación como amorosa, y Freddie la llamaba “su mujer”.
La pareja compartió muchos momentos juntos, incluyendo el famoso video musical de Queen “It’s a Hard Life”, en el que Barbara aparece como la mujer que Freddie mira desde abajo.
Barbara era de mente abierta y logró comprender quién era y lo que Freddie necesitaba realmente, por lo que cuando conoció a otra persona, lo aceptó maduramente y siguieron siendo amigos y confidentes.
“Él estaba con ella, no con Mary Austin, cuando fue diagnosticado con Sida, en 1987. Él pasó todo eso con Barbara, no con Mary. Mary estaba en otra parte, creo que embarazada probablemente”, añadió la biógrafa Lesley-Ann Jones. “Mary no fue la persona más cercana a él en sus últimos días de vida”, añadió.
Amigos de por vida
Pese a esto, cuando murió Freddie Mercury en 1991, Barbara Valentin recibió una llamada, probablemente por orden de Mary Austin, para pedirle que no asistiera al funeral. “No pude siquiera estar allí para su entierro”, señaló en el libro de Lesley-Ann Jones, Mercury: An Intimate Biography of Freddie Mercury.
“Después de todo lo que habíamos vivido juntos. El dolor fue terrible. Nunca lo he superado. Nunca había tenido antes un amor como el que compartí con Freddie, y no he vuelto a tenerlo”, agregó.
“Fue el gran amor de mi vida. Sigue siéndolo. 20 mujeres tendrían que vivir cien años cada una para tener lo que tuve yo. Es mejor parar en el momento adecuado. Supongo que eso es lo que él hizo también”, finalizó.
Tras la muerte de Freddie, la mujer siguió viviendo en Alemania junto a su hija, hasta que falleció de un derrame cerebral en 2002.
Su relación, aunque compleja, fue una parte importante de la vida de Freddie Mercury.