“I’m Going Slightly Mad”, la locura y fortaleza de Freddie Mercury

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La canción I’m Going Slightly Mad refleja el estado de ánimo de Freddie Mercury en sus últimos días.

El segundo sencillo de Innuendo es una de esas muestras clamorosas de la ironía de Freddie Mercury que, durante los últimos meses de su vida, le ayudó a no hundirse ni en los momentos más dramáticos.

Como había ocurrido en el pasado, el doble sentido de las canciones era perfecto para captar un poco el ánimo revuelto de Mercury. Efectivamente, por un lado, I’m Going Slightly Mad parecía una divertida serie de acciones que, a menudo, nos hacían sonreír. Pero, por otra parte, emergía todo el dramatismo de su estado de salud.

La locura a la que se refiere en el texto era una clara alusión a todos los problemas derivados del SIDA que, al cabo de pocos meses, le habría matado. Los episodios de demencia y las súbitas pérdidas de memoria eran algunos de los síntomas de una enfermedad que se estaba apoderando de todo su cuerpo, a excepción de su espléndida voz.

Como admitió el mismo Brian May, aunque tomaron la decisión de publicar todos los temas a nombre de Queen, eran cosecha de Freddie, igual que el vídeo y las letras, y despertaron sentimientos contradictorios entre el público.

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Vídeo

El ambiente jocoso del vídeo contrastaba poderosamente con el aspecto de Freddie, que tenía dificultades para moverse. Tan delgado que parecía transparente, pese a lo cual se esforzó en aparecer sonriente y despreocupado: “Quería que fuera un vídeo realmente memorable”, dijo Freddie al final del rodaje.

“Siempre quise recitar en un vídeo, con un gorila y un grupo de pingüinos como compañeros. Un poco de locura estilo Queen”.

Lo cierto es que tanto el vídeo como la sonoridad poseían elementos de Queen que parecían desaparecidos para siempre. Además del recurso de la ironía, que brilla por su ausencia durante los años ochenta del grupo, el nivel musical de Queen había recuperado aquellos toques de vodevil un tanto hortera que salpicaban los primeros álbumes de Queen.

No obstante, al final es muy dramático, casi una respuesta a quienes, durante años, criticaron sus opciones de vida, afirmando que sus malos hábitos los conducirían a un triste epílogo.

La repetición continua y obsesiva de la estrofa it finally happened (al fin sucedió) era una referencia clara a la situación y el and there you have it (y ahí lo tienes) que cerraba el tema, remitía a la prensa sensacionalista que, durante tanto tiempo, violó su intimidad, esperando la ocasión para robarle una foto comprometedora que demostrara que estaba enfermo.

Texto extraído del libro “Freddie Mercury”, por Luca Garró. Compra aquí.