El legendario Freddie Mercury abandonó su nombre original, Farrokh Bulsara, por varias razones.
Primero, Freddie era su apodo desde que estaba en la escuela secundaria en Bombay, India. En un ambiente predominantemente anglosajón, Freddie era un nombre más fácil de pronunciar y recordar que Farrokh.
Además, Mercury era un nombre más “rockero” y llamativo que Bulsara. Freddie quería un nombre que reflejara su personalidad extrovertida y su estilo de vida glamuroso. En cierto modo, Freddie Mercury era su alter ego, la persona que él quería ser en el escenario.
Pero hay más detrás de este cambio de nombre. Freddie Mercury nació en Zanzíbar, de padres parsis (zoroastrianos de la India). Cuando tenía 17 años, se mudó con su familia a Inglaterra, donde se enfrentó a discriminación racial y cultural. Adoptar un nombre más “occidental” podría haber sido una forma de adaptarse a su nuevo entorno y de evitar la discriminación.
Freddie Mercury nunca habló abiertamente sobre las razones detrás de su cambio de nombre. Pero es evidente que quería deshacerse de su pasado y reinventarse como una estrella del rock. Y lo hizo, convirtiéndose en una de las figuras más icónicas y queridas de la música.
Freddie Mercury nos dejó un legado inolvidable, y su nombre es sinónimo de talento, estilo y rebeldía.