La pasión de Freddie Mercury por los gatos quedó plasmada en algunos momentos a lo largo de su carrera musical.
En nuestra opinión, los gatos siempre han llamado la atención de los humanos. Recuerda, por ejemplo, que ya en el Antiguo Egipto, se creía que estos animales eran sinónimo de protección o que también suponían una reencarnación de antiguos dioses. Cada uno que teorice como quiera, incluso si se llama Freddie Mercury.
Te proponemos un viaje en una máquina del tiempo: avanzamos, dejamos atrás Egipto con sus reflexiones legendarias hasta llegar a Freddie Mercury. Como ya se sabe, era un apasionado por los gatos. No se trata ahora mismo de escribir un listado de los que tenía, pero sí debemos recordar que eran muy importantes en su vida.
Oscar o Tiffany son nombres y ejemplos de felinos adorados por el cantante. No nos podemos olvidar de Delilah, una gata a la que le dedicó una canción en el disco “Innuendo” (la canción se titulaba, precisamente, “Delilah”).
1985 fue un año importante en la carrera discográfica del cantante. Ese año debutó sin el acompañamiento del resto de Queen. Iniciaba así su carrera en solitario con la publicación del disco “Mr. Bud Guy”. Y es en él donde se puede leer a quién va dedicado ese trabajo discográfico: “To my cat Jerry -also Tom, Oscar, Tiffany and all the cat lovers across the universe-” (“a mi gato Jerry -también Tom, Oscar, Tiffany y a todos los amantes de los gatos en todo el universo-”).
Deja, por tanto, de forma muy explícita la pasión que sentía por los gatos. Y por supuesto, un sentimiento que quería hacer extensible a todas aquellas personas que comprasen su disco.
Artículo por Àngel Asensi & Miquel Asensi. Periodistas. Autores de los libros: “Queen: en el regazo de los dioses”, “Queen: el milagro de Freddie Mercury” y “Queen: no me detengas ahora”.