La mítica cinta dirigida por Saul Swimmer, grabada en noviembre de 1981 tras dos conciertos en Montreal (Canadá), impactó a los fans de Queen una vez más, y esta vez en los cines IMAX.
A lo largo de la larga carrera de Queen en directo, que cubrió dos décadas, se han llegado a lanzar diversos conciertos de distintas giras desde aquel lejano Live Killers de 1979. Todos ellos demuestran en menor y mayor medida que Queen era y será siempre una de las mejores bandas en directo de todos los tiempos.
Nos remontamos a 1981, un año en que Queen gozaba de su mejor momento popular de toda su historia. Another One Bites The Dust, extraído del octavo disco de estudio The Game, lanzado en 1980, se había convertido en el single de más éxito de la banda británica de toda su carrera, llevándolos a otro nivel que los convertiría en el grupo más popular del momento.
Queen aprovechó el tirón e intentó reinar más allá de sus limitaciones, llegando incluso a girar en Latinoamérica, siendo éste un hecho que cambió para siempre el futuro en directo del grupo. Allí pudieron tocar frente a miles de personas en estadios de fútbol, algo totalmente novedoso y que los llevó a en el futuro tocar en lugares tan emblemáticos como Wembley.
La experiencia había sido totalmente gratificante, pero al mismo tiempo agotadora. Queen llegó a finales de 1981 con la intención de tomarse un tiempo para empezar a componer su siguiente obra discográfica, al mismo tiempo que lanzaban otro single que llegaría al puesto 1 de las listas británicas: Under Pressure con David Bowie. Además, su primer recopilatorio como tal, llamado Greatest Hits se lanzaba por la época consiguiendo ser el disco más vendido de la historia del Reino Unido.
En medio de toda esa vorágine, su por entonces manager Jim Beach (y que hasta hace poco aún seguía siéndolo, aunque Brian ha confirmado que parece estar ya retirado) fue contactado por un director llamado Saul Swimmer, que quiso realizar un curioso proyecto con el grupo. Quería contratarlos para grabarlos durante dos conciertos en Montreal (Canadá) y grabarlos con una tecnología muy alta para así después montar una película que se proyectara en cines.
Queen pareció estar de acuerdo, pero rápidamente se torcieron las amistades. Según ha comentado el propio Brian May en la premiere de la película en IMAX la semana pasada, el equipo de Swimmer no tenía experiencia grabando a grupos en directo, y sus gigantescas cámaras se interponían mucho entre ellos y el público, algo que enfadaba terriblemente a Freddie.
Además, la cosa fue más allá cuando Saul le comentó al grupo que tenían que llevar la misma ropa los dos días para que así al editar el film con lo mejor de cada noche no se notara. Freddie estalló con la idea de Swimmer, y cuando Beach intentó limar asperezas en el backstage, fue directamente expulsado del camerino del grupo.
Aún así, las dos noches que Queen actuó en Montreal fueron grabadas y el grupo tocó en forma en ambas noches, además con cierta fuerza inusual en el grupo (al parecer, el enfado trascendió en el escenario). El resultado fue una película que se estrenó por varios cines de la época, con gran éxito, lanzándolo en físico por primera vez en 1982, tanto en VHS como más adelante en Laserdisc. Igualmente, la mezcla en audio del vídeo fue muy editada por el equipo de Saul, con la intención de que apenas se escuchara al público, y así parecer que al ir al cine a verlo estuvieras viendo al grupo en directo allí mismo.
Esto no agradó al grupo, aunque poco o nada pudieron hacer pues los derechos de la cinta se las quedó el propio director durante décadas. De hecho, Brian revela que Saul tenía intención de lanzarlo en audio, cosa que no estaba escrita en el contrato y por tanto no se pudo llevar a cabo.
Saul Swimmer relanzó el concierto en diversas ocasiones, incluso a principios de siglo, recién llegado el formato DVD se relanzó en dos ocasiones, una en 1998 y otra en 2001, con una mezcla en 5.1 en calidad DTS, siendo esta edición la favorita de muchos fans.
Los derechos al final llegaron a manos de Queen Productions en 2007, y la empresa del grupo procuró lanzar un proyecto algo más fiel a lo que realmente ocurrió esas noches en Montreal. Se realzó en la mezcla el sonido del público, se corrigieron errores en la mezcla que no coincidían con lo que se veía en el video, se rescataron en audio dos temas que no aparecieron nunca (en vídeo parece que fue imposible pues Saul tiró los negativos de lo que no llegó a usar para la película final), y se remasterizó todo en calidad HD, lanzándolo ese mismo año en CD, LP, DVD, Bluray y HD-DVD (formato extinto que fue competidor del Bluray), pensando que era la experiencia definitiva de dichos conciertos.
Sin embargo, la experiencia ha llegado a su punto culmen cuando este año se ha lanzado una nueva edición remasterizada para cines IMAX, tan solo pudiéndose ver el fin de semana del 18 al 21 de enero. Por desgracia, en España sólo disponemos de cines IMAX en Madrid, Barcelona y Mallorca, siendo casi imposible para muchos fans poder disfrutar de este evento.
Igualmente, las opiniones no han dejado de llegar, y todas (sin apenas excepción) cuentan que es una experiencia increíble. El vídeo parece haber sido de nuevo remasterizado de las cintas originales tras que la edición de 2007 fuese duramente criticada por los colores muy chillones y poco reales que se mostraron. Pero es que, además, se ha vuelto a mezclar todo el concierto, volviendo a aumentar el volumen del público para que la experiencia sea aún más real de lo que ocurrió aquel 24 y 25 de noviembre de 1981 en Montreal.
Ignoramos si la empresa de Queen y su discográfica planean volver a editar este concierto en físico (¿tal vez en 4K?) teniendo en cuenta que la última edición fue hace apenas 17 años, pero solo el tiempo lo dirá. Lo que si está claro es que los que tuvieron la oportunidad única de vivir un concierto de Queen totalmente real, son los que fueron a ver Queen Rock Montreal al cine IMAX.