“A Day At The Races” (“Un día en las carreras”) fue otro disco sinónimo de éxito para Queen.
En su día, que un disco de un grupo de rock se titulase “A Day At The Races” (“Un día en las carreras”) era realmente sorprendente. Pero para todas las personas que seguían a Queen, no dejaba de ser un juego. Y eso que era el año 1976.
Para Roger Taylor, Freddie Mercury, John Deacon o Brian May, publicar un nuevo trabajo discográfico no era nada fácil. Las comparaciones con su anterior publicación, “A Night At The Opera” iban a suponer todo un reto de con mucho vértigo. Claro, ante el faro de luz que significaron canciones como “Bohemian Rhapsody”, todo podía quedar oscurecido. Aunque Queen seguía con su plan artístico.
Personalmente, “A Day At The Races” siempre nos ha parecido un gran disco. Incluso se le llegó a tildar como el gemelo de “A Night At The Opera”. Nos parece sublime, un ejemplo artístico musical. “Tie Your Mother Down” se convirtió en un cañón de rock duro cuando se interpretaba en directo. La canción “You Take My Breath Away” es de nuestras debilidades personales. De hecho, está situada entre nuestro top 15 de las mejores composiciones del grupo. “Long Away” nos evoca recuerdos; “Millionaire Waltz” es el tema musical que menos nos gusta, pero con gran protagonismo en el Reino Unido. “You And I” suena muy Deacon, muy dulce.
“Somebody To Love” fue el gran éxito del disco. Queen reinaba en Europa. “White Man” seguía recordando que el grupo tenía un pasado muy rockero: “Good Old-Fashioned Lover Boy” es un ejemplo de versatilidad compositiva. “Drowse” sonaba diferente más que rara… aunque encajaba en un disco que necesitaba contrastes. “Teo Torriatte (Let Us Cling Together)” suponía un detalle con el mundo japonés.
Para los artistas, no es fácil seguir componiendo bajo el binomio compuesto por exigencia y brillantez. Eso sí: Queen lo volvió a hacer incluso desde la elección del título de su disco. Por supuesto, “A Day At The Races” volvía a homenajear a los Hermanos Marx. Y además, los dejaba en muy buen lugar.
