El líder de Queen, Freddie Mercury, tuvo algunos looks icónicos durante su carrera. El más emblemático es con su chaqueta amarilla.
Aparte de su potente voz, también es conocido por su estilo impecable y se mantuvo fiel a sí mismo en lo que respecta a sus elecciones de vestimenta. Las presentaciones en vivo de Queen fueron especialmente espectaculares con Mercury vistiendo una variedad de ropa y accesorios, como un mono de lentejuelas, una capa plisada e incluso una corona. Quizás una de sus elecciones de moda más icónicas fue una chaqueta militar amarilla.
En 1986, Queen se embarcó en una gira europea titulada “Magic”, en la que realizaron 26 conciertos. Fue en uno de esos conciertos donde Mercury lució la chaqueta corta de estilo militar de color amarillo vibrante que de la diseñadora de vestuario Diana Moseley.
El cantante combinó la chaqueta con pantalones blancos que tenían rayas rojas a los lados, simulando la bandera española. La famosa chaqueta también se usó en el vídeo musical de Queen para su canción titulada “The Miracle”.
“Magic” fue la gira más grande de Queen hasta la fecha, y también fue la última serie de presentaciones en vivo de Mercury con su banda antes de morir por complicaciones relacionadas con el SIDA en 1991.
Pertenencias destruidas
Tras la muerte de Freddie Mercury, la mayoría de sus pertenencias se destruyeron. La familia de Mercury practicaba el zoroastrismo, una religión antigua que todavía se practica hasta el día de hoy, principalmente en India e Irán.
El fuego y el agua son símbolos significativos en la religión. Así pues la mayoría de las posesiones de Mercury se quemaron, razón por la cual sus recuerdos auténticos son extremadamente raros y valiosos. Uno de los artículos que sobrevivió es la colección de sellos, que le regaló su padre cuando era niño, y que poco a poco fue ampliando a lo largo de los años.
La chaqueta amarilla de Mercury también sobrevivió, ya que se informó que se la regaló a Jim Hutton, su compañero sentimental, antes de su muerte. En 2004, la chaqueta amarilla salió a subasta en Bonhams y se vendió por poco más de 36.000 dólares. El par de pantalones que llevaba, por otro lado, se vendieron por unos 27.000 dólares. No existen registros públicos sobre quién compró los artículos o si los adquirió la misma persona.