El productor grabó con Freddie tras sufrir un accidente de tráfico el día anterior.
Nos gusta mucho la intrahistoria musical. Está claro que los cantantes, guitarristas y bateristas son los que más atraen la atención de los admiradores, la prensa y el público en general. Pero hay otra serie de músicos que cumplen siempre, pero que la fama masiva no ha decidido llamarles a su puerta con asiduidad, como nos recuerda Mark Blake en su libro: “Freddie Mercury. A Kind Of Magic”.
Y uno de esos casos es Mike Moran. Una persona que demuestra su validez como compositor, productor y músico. En definitiva: alguien de quien poderse fiar.
Freddie, entre otros, le prestó su confianza. Cuando Mercury estaba preparando la grabación de sus temas en solitario, le recomendaron que trabajase junto a Mike, a quien sus colegas de profesión le tenían en alta consideración. Y les hizo caso.
El cantante y el productor fijaron una fecha. Pensamos que tiene que ser bastante especial saber que vas a registrar canciones con una estrella mundial y para eso, emocionalmente, también se tiene que estar preparado.
Pero siempre pasan cosas que nadie se explica y que marcan la vida de alguien. El día anterior a la grabación, Mike Moran sufrió un accidente de tráfico. Afortunadamente, el productor decidió seguir adelante con este importante proyecto, por lo que no anuló la cita. Al día siguiente, Freddie Mercury y él empezaron a trabajar juntos, hasta que el cantante se percató de algunos movimientos extraños por parte del productor.
“¿Te pasa algo, Mike?” le preguntó el cantante. Y en ese momento, el compositor, músico y productor le comentó que tenía lesionadas las dos muñecas. Se lo dijo en el estudio Abbey Road, cuando era más que evidente que no estaba bien de salud. Además, y por si fuera poco, añadió que no podía resistir el dolor de tener cuatro costillas fracturadas (tiempo después se supo que Mike Moran no quiso que nadie le comentase lo del accidente a Freddie por miedo a cancelar esa grabación tan importante para ambos).
Finalmente, Mike se recuperó y siguieron trabajando juntos. Un encuentro especial entre una gran voz y un hombre que, acompañado por la morfina, estuvo al lado de una estrella a la que nunca abandonó.