Freddie Mercury vivió sus últimos años lleno de mucho dolor y secretos. Muy pocos saben que una confesión marcó un antes y un después en su legado.
El vocalista de la banda Queen Freddie Mercury ha sido, es, y probablemente será considerado por muchos años como uno de los íconos más memorables de la música inglesa. Su vida y legado mantienen grandes misterios.
Con la publicación de la película “Bohemian Rhapsody” pareciera que la fama del fenómeno de Queen volvió a resurgir. Ahora las nuevas generaciones también adoran al intérprete de temas como “Somebody To Love”.
Para muchos de sus fans la historia de Freddie terminó antes de lo que debía. El cantante se contagió del Virus de Inmunodeficiencia Humana y vivió sus últimos años viendo cómo cada vez estaba más débil y delgado.
Aunque muchos imaginaban su malestar, nadie lo ratificó: solo él mismo. Cuando a solo 24 horas antes de partir para siempre, dio a conocer al mundo la trágica noticia y se despidió de todos.
“Me pareció correcto mantener esta información privada para proteger la privacidad de quienes me rodean. Sin embargo, ha llegado el momento de que mis amigos y fanáticos de todo el mundo sepan la verdad y espero que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos los que están en todo el mundo en la lucha contra esta terrible enfermedad”, dijo el cantante.
Tras conocer su diagnóstico, el artista inició esfuerzos para consolidar lo que es ahora la Mercury Phoenix Trust, una organización benéfica que lucha contra el VIH/sida en todo el mundo; algo que marcó por siempre su legado como artista y como persona.