El guitarrista de Yes, Steve Howe, fue el encargado de poner la guitarra española en la canción “Innuendo”.
Durante una entrevista con la prestigiosa publicación Rolling Stone, el guitarrista de Yes, Steve Howe, habló de algunos de los mejores momentos musicales de su carrera, incluyendo su experiencia participando en “Innuendo”, el tema que le da nombre al último disco de estudio publicado por Queen mientras Freddie Mercury seguía con vida.
“Me estaba mudando a Suiza en aquella época, y estaba grabando cosas. Tenía algunos días libres y me fui a Montreux porque me recordaba a cuando grabamos el disco ‘Going for the One’ (1977) allí”, recuerda Steve Howe.
“Estaba en un restaurante situado ligeramente por debajo del suelo. Entra un tío y me dice: ‘¡Steve!’. Y miro arriba y resulta que era un miembro del equipo de Queen que solía trabajar con Yes. Creo que su nombre era Martin. Me dijo: ‘¿Saben los chicos que estás aquí? ¿Por qué no te pasas y les saludas?'”.
“Acabé de comer y fui allí y resultó que todo estaba preparado. Entré, hablamos un poco y me dijeron que querían que tocara en el disco. Yo les contesté: ‘Tengo muchísimo tiempo. Tocadme las canciones del disco'”.
“Me enseñaron los temas del álbum, pero se guardaron ‘Innuendo’ para el final. Cuando acabó me dijeron: ‘¿Crees que podrían añadirle algo de guitarra a esto?’. Y yo les contesté: ‘No creo que os haga falta. Todas las partes son geniales’. Ellos dijeron: ‘No, no, no. Queremos algo más’. Yo les contesté: ‘Lo intentaré'”.
“Tenían una Gibson Chet Atkins, una guitarra española. Esta fue la que Brian May estaba utilizando. Yo utilicé una guitarra suya durante un par de horas por la tarde, hicimos varias tomas, nos tomamos un descanso y luego hicimos otra toma. Realmente fue improvisación. Eso es lo que querían. No querían ningún tipo de cambios estructurales que pudiera proponer”, cuenta.
Toca lo que quieras
“Estaban como: ‘Toca lo que quieras’. Eso siempre ha sido algo que he podido hacer. No sé cómo o por qué, pero gracias a Dios, es algo que disfruto mucho. Cuando estás en ese proceso, suelen pasar cosas geniales antes de que el productor de turno te corte el rollo diciento: ‘¿Puedes grabar otra toma?’ ¡Ya he grabado diez! Qué más quieres de mí, ¿mi sangre?”, explica.
“Los chicos eran geniales. Me escribieron una carta para darme las gracias por hacerlo y me pusieron en los créditos. Eso fue todo. Fue un momento genial para encontrarse con ellos, poco antes de que perdiéramos a Freddie”.
“Me di cuenta de que, sobre todo Roger Taylor, Brian May y Freddie, eran gente realmente buena. Era una banda de verdad. Estaban muy unidos. Se sentaban juntos, se ponían de acuerdo. Eran muy similares. Era algo precioso”.