El 4 de noviembre de 1985, Queen lanza la poderosa canción One Vision tras el éxito de la banda en Live Aid.
En septiembre de 1985, Freddie Mercury se encuentra en Múnich, donde celebra sus treinta y nueve años con sus más allegados en una velada memorable en el club Old Mrs Henderson, inmortalizada en el videoclip de «Living On My Own», el single extraído de su primer álbum en solidario, Mr Bad Guy.
Freddie decide que el tiempo de descanso ha terminado y convoca a los restantes miembros del grupo. “Freddie deseaba que nos reuniéramos en el estudio para proponer nuevas ideas”, recuerda John Deacon. “En realidad, grabamos un nuevo single. Tenía en mente juntarnos para que hiciéramos una canción juntos”.
Roger Taylor es quien escribe la letra, inspirado por Martin Luther King, donde enumera todo lo que entonces le indigna. Freddie mantiene la idea general de su amigo baterista, pero retoca la letra para hacer una canción de esperanza y no de cólera. La parte instrumental del tema es inicialmente compuesta por May, Taylor y Mercury. Luego Deacon aportó su toque algunos días después del inicio del trabajo en el estudio.
Las sesiones de grabación de «One Vision» son independientes de las del álbum A Kind Of Magic. Constituyen el testimonio de un momento de unidad en el seno de Queen, donde todos ellos aún parecen recordar las horas felices después del éxito de Live Aid.
Lanzamiento
La canción se publica en single el 4 de noviembre de 1985, mientras los músicos se encuentran en plena grabación de su nuevo álbum. Sin sorpresa, la prensa rock británica les reprocha que quisieran aprovecharse del éxito de Live Aid. Los periodistas mantienen que las palabras «One man, one goal / One mission» («Un hombre, una meta / Una misión») son una copia del irracional proyecto de Bob Geldof.
Tachado de oportunismo, el grupo se defiende con vehemencia a través de la voz de Roger Taylor: «Me sentí destrozado cuando leí aquello en la prensa. Se trataba de un terrible malentendido, y yo estaba muy molesto con la situación. Algunas personas no captaron bien el mensaje. Me volví loco cuando lo leí». Haciendo, una vez más, caso omiso de las críticas, la banda, motivada por su single, se dedica a la producción de su duodécimo álbum de estudio, que se inicia con «One Vision».
De película
Aunque se encuentra en la línea de otros temas como «Gimme The Prize (Kurgan’s Theme)» o «Princes Of The Universe», la canción no aparece en la banda sonora original de la película Highlander. Sin embargo, sí está en la del filme de serie B Iron Eagle (Águila de acero), de Sudney J. Furie (1986). Una versión alterntiva de «One Vision», titulada «Blurred Vision», que mezcla la rítmica electrónica con un diluvio de sintetizadores, es la propuesta de la cara B del single.
Un making of de excepción
Después de News Of The World, trabajo para el que Bob Harris filmó en el backstage, en 1977, las imágenes de Queen en el estudio fueron muy poco frecuentes. Como hecho excepcional, los músicos aceptan la presencia de cámaras durante las sesiones de grabación de «One Vision». Los cineastas y productores austríacos Rudi Dolezal y Hannes Rossacher, conocidos con el nombre de Torpedo Twins, estaban al mando.
Habían entrevistado al grupo después de un concierto en Austria en 1982, y, en nombre de la amistad que entablaron en aquel momento, Queen acepta su intrusión en los Musicland Studios durante los catorce días que duran las sesiones de «One Vision». Incluso aunque más tarde los músicos lamentaran esta decisión, pues para ellos limitó la naturalidad de su trabajo («Las cámaras lo estropearon todo, porque todo éramos conscientes de su presencia», se rebelaría Brian May), el resultado es bastante emotivo y muy instructivo.
Las imágenes, que aparecen en el documental The Magic Years, realizado por los Torpedo Twins al año siguiente, plasman el retrato de un equipo reunido, alrededor de un proyecto común, con un ambiente de diversión, junto al productor Mack, recto como una «i» tras la consola. Las imágenes del rodaje, a las que se añadirían algunos vídeos grabados durante los distintos conciertos, se utilizarán como videoclip para «One Vision».
Realización
Aunque «One Vision» es un tema definitivamente rock, hay muchos secretos ocultos tras su producción, potente e incisiva, firmada por Mack. El mismo productor interpreta y realiza la introducción llena de misterio del tema, antes de que el riff de Red Special rompa la calma de sus primeros compases. Utilizando por primera vez en un álbum de Queen el novedoso sintetizador Kurzweil 250, Mack tapiza el inicio del tema con sonidos extraños.
A semejanza del Fairlight CMI en The Works, el instrumento permite grabar y tratar sonidos externos en su banco de datos, conocido como «fábrica». Mac precisará lo siguiente: «Una mañana llegué temprano al estudio y me divertí grabando (sampleando) algunas frases [de Freddie] que había integrado en el Kurzweil, tocándolas varios tonos más bajos y tratándolas con diversos efectos».
Las frases inicialmente grabadas por Mercury eran estas: «God works in mysterious ways, and hey! People around the world, I look forward to the glorious days one again» («Los designios del señor son inescrutables y ¡hey! Personas de todo el mundo, espero vivir de nuevo esos días de gloria»).
Según Mack, Brian May también utiliza el Kurzweil 250, cuyo preset «Fast String» simula un conjunto de cuerda, para interpretar la subida de acordes a los 44 s. Los fans y otros melómanos que han visto el documental de los Torpedo Twins afirman que lo que se ve entre las manos del guitarrista a los 7 min 49 s es un Yamaha DX7. El misterio sobre el teclado utilizado en el break… y en la introducción nunca se desvelará.
Guitarra
La Red Special ocupa un lugar de honor. Conectada a los dos amplificadores tradicionales VOX AC30 del guitarrista, está impulsada por una distorsión Pete Cornish Custom en el pedal. Así, se graban dos pistas de guitarra de manera simultánea (una para cada amplificador), lo que crea un estéreo formidable. Algunas partes de guitarra, como el break a los 4 min 7 s, serían grabadas en los estudios Maison Rouge de Londres, con un amplificador Gallien Krueger. El solo de May, por su parte, se ejecuta con una destreza sin parangón, lejos de las hechuras barrocas de «The Millionaire Waltz», diez años antes. Pero poco importa, porque brilla por su intensidad y el placer culpable que produce al oyente.
Percusión
Finalmente, la batería de Taylor, una Ludwig Super Classic Chrome-O-Wood, goza de un tratamiento muy particular. Algunos elementos, como la caja clara, están «accionados». El principio es muy simple: un captador de impacto se instala sobre la caja y, a cada golpe del baterista, se envía una señal digital a un módulo de sonido (en este caso el Simmons SDS7 Digital-Analog Drum System).
En la consola, Mack puede entonces utilizar dos pistas de caja clara según su voluntad: una de ellas contiene el sonido natural de la Ludwig, y la otra, el tratado por el módulo Simmons. Esta técnica aporta al sonido de la batería un color en cierto sentido sintético, como se hace patente a los 3 min 50 s de la canción, y, en otras ocasiones, muy auténtico.
Texto extraído del libro «Queen: La historia detrás de sus 188 canciones», de Benoit Clerc. Compra aquí.