¿Me encanta? ¿Lo odio? De cualquier manera, 30 años después, todavía no podemos dejar de verlo.
El Concierto Tributo a Freddie Mercury fue un triunfo. Celebrado el lunes de Pascua, 20 de abril de 1992, en un estridente y emotivo estadio de Wembley poco menos de cinco meses después de que el líder de Queen, Freddie Mercury, muriera por complicaciones relacionadas con el SIDA, unió a sus compañeros de banda sobrevivientes con algunos de los nombres más importantes en la historia de la música pop y rock.
Metallica, Def Leppard, Bob Geldof, U2, David Bowie, Robert Plant, Annie Lennox, Tony Iommi, Guns N’ Roses… el proyecto de ley se sintió como un quién es quién de los artistas que habían ayudado a definir la música, reuniéndose para un espectáculo con el que pocos se han comparado a lo largo de la historia (muchos dirían que tendrías que esperar hasta los Espectáculos tributo a Taylor Hawkins de este año, igualmente conmovedores, para encontrar algo de calibre similar).
El concierto se llevó a cabo esencialmente en dos mitades
Una mitad consistía en grandes bandas de rock tocando sus propios éxitos. La otra presentaba un súper espectáculo de Queen y sus amigos, en el que Brian May, Roger Taylor y John Deacon invitarían a toneladas de artistas icónicos para ayudarlos a tocar algunos clásicos de Queen.
Si bien fue grandioso ver tocar a Metallica, GN’R y otros, sin duda fue el set de Queen el que proporcionó los recuerdos más eternos. El principal de ellos fue Queen, al que se unieron Tony Iommi y James Hetfield sin guitarra para una versión ruidosa de Stone Cold Crazy. David Bowie y Annie Lennox aparecieron para una versión fabulosa de Under Pressure y Seal emergió para una versión emocionante de Who Wants To Live Forever.
Bohemian Rhapsody
Seguramente, sin embargo, el momento más brillantemente demente del concierto fue la unión de Queen con Elton John y el líder de Guns N’ Roses, Axl Rose, para una explosión de alto octanaje a través de Bohemian Rhapsody. Algunos consideraron controvertida la presencia de Rose. Aquí estaba un hombre actuando en un tributo a Freddie Mercury que, en un pasado no muy lejano, tuvo que enfrentar acusaciones de homofobia debido a la letra inquietante de la canción One In A Million de Guns N’ Roses (acusaciones de que el propio Elton John defendería a Rose de – “nunca en un millón de años pensé que era homofóbico”, diría más tarde). Además, en 1992, Axl se había establecido como uno de los líderes más impredecibles del rock ‘n’ roll, y tocó a máquina el día del show de Freddie.
“Recuerdo que estaba decidido a que Elton cantara con Axl… porque Axl nunca apareció en los ensayos”, dijo Roger Taylor. “Realmente se nos fue volando”.
Joe Elliot de Def Leppard confirmó la historia. “Axl estaba en la habitación contigua a la nuestra”, recordó. “Elton nos dijo que llamó a su puerta y el gran tipo de seguridad de Axl dijo: ‘Axl está durmiendo’. Y Elton dijo: ‘¡Bueno, voy a hacer un dueto con él en cuatro horas!’ Y el tipo se encogió de hombros y le cerró la puerta en la cara a Elton. Entonces Elton entra en nuestro camerino y nos dice: ‘¿Qué diablos le pasa a ese tipo?’ Elton tuvo una pequeña diatriba, una taza de té y luego se fue”.
No hace falta decir que, desde aquellos en la multitud que no sabían nada hasta los que se tiraban de los pelos detrás de escena, nadie sabía qué esperar cuando Elton John se sentó detrás de un teclado para tocar las primeras notas famosas de Bohemian Rhapsody.
Al ver el vídeo ahora, las cosas comienzan de manera bastante sencilla
Después de todo, Elton es un buen vocalista y hace un trabajo relativamente ligero al moldear su propio tono alrededor de las icónicas líneas vocales de Freddie durante el primer minuto más o menos de la canción. Entonces, inesperadamente, está fuera de su asiento (aunque las notas del piano siguen sonando), micrófono en mano, paseando por el escenario y luciendo cariñosamente incómodo mientras se balancea y lidera a la multitud de más de 70,000 personas en uno de los Wembley más ruidosos.
Para la sección media operística épicamente loca, Elton sigue la pista de acompañamiento, lo que permite que la propia voz de Freddie se transmita a través de un Wembley cada vez más emocionado. Para aquellos que lo veían desde casa, se emitieron las imágenes adicionales del videoclip.
Entonces, las cosas se vuelven completamente locas
El estruendoso riff de heavy metal de Brian May cae, los fuegos artificiales estallan y aquí viene Axl. Golpea a tiempo, girando por el escenario como una peonza escocesa mientras 70,000 personas saltan a la vez y amenazan con un terremoto a través del noroeste de Londres.
“¡¿Así que crees que puedes apedrearme y escupirme al ojo?!”, chilla Axl, cuya voz puede no tener la calidez de Freddie, pero diablos, puede alcanzar las notas, y en este momento, eso es lo que cuenta.
“¡¿Así que crees que puedes amarme y dejarme morir?!”
La canción alcanza su crescendo antes de flotar en su desenlace impulsado por el piano, dejando que Elton y Axl canten juntos y se miren con amabilidad. Se funden en un medio abrazo incómodo que generalmente se reserva para los familiares olvidados que solo se ven una vez cada cinco años en una parrillada familiar.
¿Dicha caótica? ¿Perfección dramática? ¿Un poco de lío? Es una actuación que ha dividido a muchos fanáticos de Queen desde que se emitió por primera vez, pero una cosa es segura: treinta años después, Axl y Elton siguen siendo el dúo que aún no podemos dejar de ver.
Revívelo en toda su majestuosidad a continuación:
