Freddie Mercury vivió tan apasionadamente, que aquellos que tuvieron la suerte de conocerle, cuando miran al pasado, reconocen que vivía como si sospechara que iba a morir, que tenía los días contados.
El Doctor Hallstrom, reconocido psiquiatra, tiene una teoría muy curiosa pero interesante que deberías conocer. ¿Y si Freddie quería realmente morir? Quizás su punto de vista, de primeras, nos pueda resultar infantil, alejada de la realidad e inverosímil… pero cuando lo pones en contexto, conociendo un poco la personalidad de Freddie Mercury, lo cierto es que no resulta tan difícil de creer. Quizás solo sea una posibilidad más, pero no deja de resultar muy interesante.
El Doctor Hallstrom cree que Freddie Mercury murió joven porque no quería verse como una vieja reina, gorda, hinchada y presuntuosa. Freddie murió en la flor de la vida. Además, el doctor señala otra idea que, con seguridad, a Freddie le hubiese gustado si realmente le hubiese pasado, en algún momento, por su cabeza. Le hubiese resultado muy atractiva la idea de morir y así conservar su misma edad, su mismo aspecto para toda la eternidad.
Freddie Mercury ya había comentado que “podría morir mañana” y no pasaría nada porque realmente sentía que había vivido intensamente. Es difícil imaginar la posibilidad de que alguien quiera morir para “ser eterno y joven”, pero… cuando viene del gran Freddie Mercury… ¡Todo es posible!
Eterno
Freddie Mercury admiraba a Marilyn Monroe. Ella murió joven y en el punto más alto e importante de su carrera. Todo el mundo la recuerda bella, siempre hermosa. ¿Quién puede negar, con total seguridad, que Freddie no pensó hacer lo mismo? ¿Acaso no lo ha conseguido ya, igualmente?
Es fácil buscar en Google y ver el aspecto actual de John Deacon, Brian May o Roger Taylor, miembros de Queen, y es evidente ver el envejecimiento. Sin embargo, Freddie Mercury sigue siendo poderoso, dinámico, carismático, eterno.
Además ¿Quién puede decir que Freddie ha muerto? ¿Una leyenda puede morir alguna vez? Siempre seguirá vivo en nuestros corazones y en sus canciones eternas.
