El guitarrista de Queen, Brian May, reflexionó sobre el comportamiento de Freddie Mercury en su paso por la banda.
Los días dorados de Queen han quedado atrás para Brian May y Roger Taylor. Adam Lambert está tratando de ocupar el gran vacío que dejó Freddie Mercury, un cantante único en su serie que no dejaba de sorprender a sus compañeros.
El guitarrista de la banda lamenta no haberlo valorado en su momento, principalmente, por un talento vocal único que la ciencia estudió. Los expertos aseguran que tenía un don para la “subarmonía”, que solo tiene como explicación la alteración de su voz barítona.
May reconoce que el autor de “Love Of My Life” era un genio, a pesar de tener una primera impresión de su apariencia que lo engañó. Desconfiaba de aquel joven que se acercó a los “Smile” para mostrarles su voz, pues su excesiva excentricidad sólo era propia de un “loco”. Con el tiempo, pasaron de ser compañeros a grandes amigos. Algo que se repitió para Taylor, el batería, al describirlo como su mejor amigo y cuidar de la estatua más importante del vocalista.
“Tenía una fe increíble en sí mismo”
Todas las leyendas de la música necesitan de una decidida dosis de optimismo para triunfar en la industria. Freddie Mercury tuvo ese especial aporte en Queen, pues según Brian May, estaba confiado en que nadie se “interpondría” en su camino.
El guitarrista admiraba esta faceta tan exitosa de su amigo. La valentía era inherente a su personalidad, y así lo vemos al ofrecerse en la película “Bohemian Rhapsody” como cantante de la banda. El registro vocal era envidiable para cualquiera, tenía la habilidad para cantar como tenor siendo barítono.
Parte de esta combinación extraña para un género como el rock, se asocia a la capacidad que poseía de llegar a vibratos únicos en sus canciones. El estudio también concluyó que la potencia de su voz era tanta, que los pliegues ventriculares de su garganta también se movían en los picos más altos de sus agudos. Dejaba absolutamente todo su sistema vocal en cada hit, don que Brian May podía ver en diferentes momentos de su día. Cada segundo era vivido “al máximo” de sus posibilidades, pues no le importaba la opinión de los demás.
“Quiero hacer esto, y voy a hacerlo”
Este lema que Freddie Mercury llevó durante toda su vida tuvo consecuencias positivas y negativas. El guitarrista de Queen añade que “salir de su camino” implicaba que algunas personas lo tildaran de egoísta. Incluso lo habrá sentido cuando se separó de la banda, para grabar en solitario “Mr Bad Guy” y dejando atrás toda la leyenda que habría construido en grupo.
Pero aquellos problemas se solucionaron hasta con Roger Taylor, uno de los que más carácter tenía. En la actualidad, lo incluye en un selecto grupo de mejores amigos que pasaron por su vida. Cuida de su memoria como ninguno, al punto de llevarse la estatua del Dominion Theatre de Londres por precaución. El batería lo tiene en el jardín de su casa.