El célebre vocalista Freddie Mercury tenía que retirarse a lo grande y parece que esa fue la premisa que dirigió su trabajo final.
En el álbum “Innuendo” Freddie Mercury nos deleitó por última vez con su espectacular capacidad vocal y de interpretación. Ya son más de tres décadas desde su lanzamiento. A día de hoy aún hay quienes no se animan a catalogarlo o a ponerle una calificación, sencillamente porque fue la última obra de Queen como conjunto. El contexto en el que tuvo lugar es un elemento del cual el trabajo no puede separarse. El desmejorado estado de salud del líder de la banda y la necesidad imperiosa de sacar a la luz un producto que se sintiera como una despedida.
“The Miracle” fue la antesala al disco mencionado. Si bien cuando trabajaron para su desarrollo todos ya sabían de las complicaciones de Freddie Mercury, lograron canciones bastante optimistas y fieles a su estilo tradicional. Contiene temas como “Party”, “I Want It All” o “Scandal”. Sin embargo, parece que el cantante principal se quedó con gusto a poco y casi a contrarreloj, decidió que no podía retirarse con eso. Debía partir dejando algo más impactante e innovador, un verdadero legado que lo representara por siempre y que también sirviera para comprender cómo fueron sus últimos días.
Innuendo
Con esa idea en mente, el londinense convocó a sus colegas y les propuso emprender unas intensas horas de grabación. Sabían que con el paso de los días su estado de salud general empeoraba, conscientes de que eso podría afectar en su voz y en su desempeño. Se grabó entre marzo de 1989 y noviembre de 1990, pero salió a la venta el 4 de febrero de 1991. El álbum significó una nueva irrupción en el ambiente. Al igual que “Bohemian Rhapsody”, el primer sencillo que vio la luz (homónimo al disco) tenía una duración que sabían que no iba a ser tomada por las radios. Por entonces eso ya no importaba y su único objetivo era poder imprimir allí sus sellos individuales, algo que consiguieron sin ninguna duda.
Days Of Our Lives
Otra de las canciones célebres del álbum es “These Are The Days Of Our Lives”. Tanto la interpretación de Freddie Mercury como la puesta en escena en el videoclip, parecen una verdadera evocación de aquellos días en los que el HIV no era una preocupación. Una despedida que mezcla perfectamente la angustia y la calma de pensar que ya no hay retorno. La grabación en tonos blancos y negros parece haber sido una astuta idea para intentar minimizar los visibles efectos de la enfermedad en todo su aspecto. En este repaso no puede quedar fuera “All God’s People”, la cual aporta una sorpresa para el deleite absoluto. Tiene la nota más alta de pecho lograda por Mercury en estudio (segundo 0.46 de la canción).
The Show Must Go On
Todos los títulos mencionados y el resto de los que componen “Innuendo” son un diamante en bruto. Dignos de escuchar a todo volumen para inspirarse y llenarse de eso que solo la música de Queen puede proporcionar. Pero además hay una composición que es el colofón del trabajo final, al que aquí estamos haciendo referencia. “The Show Must Go On” es una verdadera pronunciación de «adiós», que intenta calmar las penas de los que quedan con la idea de que «todo debe continuar». Una canción que es entendida por muchos como un balance de lo que significó el conjunto en general y Freddie Mercury en particular.
La vida y obra de un artista tan inmenso no podía terminar con poca cosa. Si esa fue la motivación que inspiró a Freddie Mercury, entonces debe haber partido absolutamente tranquilo. Lo logró en todos los niveles de análisis. Pudo conjugar composiciones alegres y rítmicas con auténticos himnos de pena. En cada una colocó también esa combinación de sonidos que solo él sabía hacer y una voz a la que parecía no haberla afectado todo lo que al resto de su cuerpo sí. Fue un visionario en toda ley, una perspectiva que hoy se agradece y lo enaltece.