Freddie Mercury sabía que parte del éxito de Queen residía en saber cambiar de estilo.
Queen: un nombre con poder y también, sinónimo de ser como un camaleón musical. Por supuesto que respetamos a los clásicos del rock que han sabido definir su sonido y lo conservan disco tras disco, sin embargo, a nosotros nos gustan las formaciones musicales que han arriesgado durante su trayectoria profesional. Por supuesto, ni Freddie Mercury ni Queen podían ser una excepción.
Está claro que la grabación conocida como “Queen II” es muy diferente al disco titulado “The Miracle”. ¿Y qué tienen en común “Hot Space” con “A Day At The Races”? Simplemente, los músicos. Está claro que Queen supo entender el paso del tiempo y asumió, como uno de sus rasgos más definitorios, el cambio de estilo cuando lo consideró oportuno. Incluso se anticipó.
En el libro titulado “Freddie Mercury: su vida contada por él mismo”, escrito por Greg Brooks y Simon Lupton, se puede saborear el siguiente comentario hecho por Freddie Mercury: “No puedes vivir de tu pasado, y yo no puedo vivir de ‘Bohemian Rhaspody’ todo el tiempo, porque pertenece a una generación totalmente diferente. No puedes seguir siempre igual. Debes cambiar todo el tiempo” (…) “Has de estar muy al tanto, siento que he de estar siempre alerta. Me gusta enterarme de lo que hacen nuevos artistas”.
Y sigue con las reflexiones: “Lo más duro después de todos estos años es mantener el nivel de éxito que has conseguido. Ningún grupo puede permitirse estancarse en la rutina y han de estar preparados para adaptarse a los tiempos, o incluso avanzarse a ellos, si quieren seguir teniendo éxito”.
Queda clara la postura del cantante y del grupo: necesitaban el cambio musical para seguir siendo un grupo puntero y claro, no es fácil cuando ya has conseguido cuotas de ventas asombrosas. Aunque Queen ya conociese la clave del éxito, tenía que seguir ofreciendo nuevos sonidos, nuevas alternativas para las siguientes generaciones.
Piensa ahora en las canciones más conocidas de Queen. Por ejemplo, por citar tres: “I Want To Break Free”, We Will Rock You” o “The Show Must Go On”. ¡Qué diferentes entre ellas y también, qué distantes con “Bohemian Rhapsody”! Eso sí: todas complementarias, convertidas en himnos generacionales, siempre con el sello de calidad de Queen.