Rami Malek interpreta al legendario vocalista de Queen en un filme que se ha convertido en un hito. En el camino, el actor descubrió más de una coincidencia con su personaje.
Gracias a la serie “Mr. Robot”, Rami Said Malek, de treinta y siete años, actor de origen egipcio nacido en Estados Unidos, logró con su personaje de Elliot Alderson convertirse en un héroe alrededor del mundo. Millones de fanáticos, especialmente millennials, siguen las osadas aventuras de este hacker que trabaja sin malas intenciones, con deseos de ayudar. Es tal la popularidad de la serie, que en 2019 estrenará su cuarta temporada y Malek ha sido reconocido con múltiples premios, incluyendo Emmys y Globos de Oro.
El actor nació en Los Ángeles en 1981; su padre, que ya falleció, era guía turístico en El Cairo y vendedor de seguros; su madre es contadora. Rami tiene un hermano mellizo llamado Sami y una hermana, Yasmi, que es médica. Al llegar a Estados Unidos, la familia vivió en el barrio de Sherman Oaks, en Los Ángeles, donde Rami asistió a un colegio católico y, luego, a la Universidad de Evansville, Indiana, en la que se graduó como bachiller en Artes.
Posteriormente, trabajó en varias series en roles de reparto, pero lo que lo consagró fue su debut en “Mr. Robot”. Ahora su fama puede aumentar mucho más. Incluso, antes de que se estrene “Bohemian Rhapsody” en octubre. Solo a raíz del lanzamiento del tráiler de la película, Rami Malek está en la mira de millones de fans por su caracterización de Freddie Mercury, el multifacético cantante y compositor del grupo Queen que falleció de sida en 1991.
Originalmente se pensó en el actor Sacha Baron Cohen para el papel, pero no fue seleccionado, ya que se consideró que era demasiado cómico y podría terminar realizando una imitación de Mercury. El rodaje de la cinta no fue muy tranquilo, ya que el productor, Graham King, se vio obligado a despedir al director Bryan Singer a raíz de su conducta errática, con peleas en el set y días en que ni siquiera se presentaba a trabajar. Aun así, como dice la misma canción de Queen: “The show must go on”, y hoy Malek asegura que, a pesar de los obstáculos en el camino, se siente feliz y orgulloso con el resultado del filme.
“Bohemian Rhapsody” muestra la transformación de Malek en Freddie Mercury, el cantante que rompió récords y convenciones desde comienzos de los años setenta en Londres. En la cinta se muestra un suceso histórico: el momento en que Freddie logra reunir a los otros integrantes del grupo para el concierto Live Aid, a pesar de que ya está muy enfermo de sida.
¿Cómo lograste convertirte en Freddie Mercury?
Vi todo lo que estuvo a mi alcance. Incluso ahora, que la película está terminada, sigo buscando material. He tenido problemas para seguir adelante con mi vida a raíz de la fascinación que todavía siento por él. Hace bastante tiempo que supe que este rol podría ser mío, aunque uno nunca puede estar seguro hasta la firma del contrato.
A pesar de que aún no había luz verde, decidí estar preparado, y hace dos años comencé a investigar por mi cuenta en el tiempo libre que me quedaba entre mi trabajo en “Mr. Robot” y la película “Papillon”. Para esta última, como tenía que envejecer, me sacaron un molde de mi dentadura, así que pensé que también serviría para diseñar los dientes delanteros de Freddie.
Decidí mandarlos a hacer, a pesar de no tener asegurado el rol. Todas las noches me colocaba la prótesis y cantaba frente al espejo, transformándome en Freddie. Además, contraté a un instructor de movimiento en lugar de un coreógrafo, porque Freddie no baila, sino que se mueve instintivamente en el escenario.
¿Cómo describirías tu relación con el cantante desde que te involucraste en la película?
Ha sido un viaje muy, muy largo. Comenzó cuando vi uno de los primeros videos que grabó con otro grupo musical, cuando tenía un corte de pelo al estilo de los Beatles y era muy tímido. Y uno nota cómo trata de cubrirse los dientes, por algo lo apodaban “conejo” en el colegio.
En ese tiempo su nombre era Farrokh Bulsara, un nombre muy difícil de pronunciar en Inglaterra. Ir en este viaje con él fue increíble, porque sabía que llegaría un momento en que sería capaz de conectarse con cientos de miles de personas. Descubrí que era muy buena gente con su grupo, pero también muy perfeccionista.
¿Te identificaste con él?
En una oportunidad, Freddie comentó: “Somos cuatro perdidos cantándoles a otros perdidos en la platea. A todas las personas que están aquí y sienten que no pertenecen, les digo que nosotros sentimos lo mismo. Somos ustedes”. Yo me siento igual. La razón por la que me identifiqué con Elliot en “Mr. Robot” es esa sensación de sentirme como un forastero, de no lograr conectar con el grupo. Toda mi vida he luchado por encontrar mi sentido de identidad.
Y en Freddie tenemos a este joven que nació en Zanzíbar, al cual sus padres mandaron a internados en la India y que, a su regreso, cuando se desata una revolución en su país, se ve forzado a huir a Inglaterra con su familia. Es una típica historia de inmigrantes que piden asilo en Londres, y yo me identifico totalmente con eso, porque mi familia también buscaba una vida mejor cuando emigró de Egipto a Estados Unidos.
¿En qué sentido sentías que no calzabas?
Mientras crecí me sentía diferente, porque llegaba a mi casa y hablábamos otro idioma y comíamos una comida distinta a la de los estadounidenses. También me identifiqué con Freddie porque, cuando estoy frente a la cámara, me siento feliz igual que él en el micrófono. Ambos sentimos una seguridad que no tenemos en nuestras vidas cotidianas, donde somos más bien tímidos y solitarios.
¿Cómo encaraste la bisexualidad de Mercury?
En ese aspecto tuve que dejar la música de lado, mirarlo y verlo como una persona que lucha por descubrir su identidad. Un joven muy complejo, que en entrevistas puede parecer de cierta forma y ser totalmente distinto con su familia o con Mary Austin, a quien describía como el amor de su vida. Cuando está descubriendo su sexualidad es otra persona, al punto de no querer saber si es VIH positivo.
Creo que tuvo esta lucha toda su vida. Freddie escribió muchas de las letras de las primeras canciones de Queen, y en una de ellas dice: “Desde siempre estoy buscando por arriba y por abajo, y por qué todos me dicen no”. Hice una compilación de estas letras, y me di cuenta de un tema recurrente en su música: el dolor y la frustración de no entenderse.