‘Bohemian Rhapsody’, el ‘biopic’ sobre Freddie Mercury, se ha convertido en el fenómeno mundial, con un millón y medio de espectadores en España.
Bohemian Rhapsody se ha convertido en el fenómeno cinematográfico de la temporada. Número uno de taquilla mundial incluida España, donde ya la han visto 1.500.000 espectadores y ha recaudado más de nueve millones de euros.
Durante dos fines de semana consecutivos ‘Bohemian Rhapsody’ se ha convertido en la reina indiscutible de la taquilla. En Estados Unidos, con 50 millones en los tres primeros días, fue la segunda mejor entrada de la historia para un biopic musical después de ‘Straight Outta Compton’ en 2015.
Un gran triunfo para una película cuyas expectativas se vieron amenazadas en numerosas ocasiones durante su proceso de preparación, entre otras cosas por culpa del abandono del director, Bryan Singer antes de finalizar el rodaje.
Pero nada de eso ha afectado a una película que se ha convertido en la favorita del público por derecho propio. ¿Cuáles son las razones de este éxito masivo?
1. Las canciones
La música es el ingrediente fundamental de ‘Bohemian Rhapsody’ . ¿Cuántos himnos de Queen han quedado incrustados en el imaginario colectivo formando parte de la memoria histórica musical?
Las canciones de Freddie Mercury y su banda han trascendido en el tiempo y no solo se identifican con una época determinada, la década de los ochenta, sino que han saltado de generación en generación hasta convertirse en la banda sonora de mayores y pequeños.
Y todo gracias a sus pegadizas melodías, pero también porque conectan con los miedos y con la necesidad de luchar frente a las injusticias y las adversidades ya desde sus propios títulos.
En la película los responsables son conscientes de que las canciones son las verdaderas protagonistas de la función, por eso adquieren un papel fundamental. No solo se convierten en el hilo conductor de la trama, sino que hay una voluntad específica de poner en foco su valor a través de los procesos de composición de cada una de ellas, en especial el de ‘Bohemian Rhapsody’.
Hay espacio para todos los grandes temas de la banda, desde ‘Somebody To Love’ a ‘I Want To Break Free’ hasta llegar a la apoteosis final del concierto Live Aid con ‘We Are The Champions’ y ‘The Show Must Go On’. ¿El resultado? Todo el mundo sale tarareando las melodías. La película es un auténtico karaoke.
2. Freddie Mercury
Por mucho que pueda pesarle a Queen, la figura de Freddie sigue estando por encima de la banda. Su magnetismo y personalidad continúan constituyendo el principal motor de arrastre para buena parte de un público que lo identifica con la encarnación máxima del icono, la leyenda del rock.
La presencia de Freddie se encuentra presente, con sus luces y sus sombras, en cada uno de los fotogramas de la película y de eso sin duda es responsable el actor que lo encarna.
Rami Malek se aleja de la caricatura para impregnarse del rotundo carisma que tenía el artista, de su dominio del escenario, su presencia totémica en él y, al mismo tiempo, su fragilidad en la intimidad para bordar un papel por el que podría estar nominado al Oscar.
No era un reto nada fácil al que se enfrentaba, y sin embargo Malek ha conseguido que, de alguna manera, el espíritu de Mercury permanezca vivo durante el metraje de la película y que el espectador no pueda apartar la vista de él.
3. Película familiar
Una de las grandes críticas que ha recibido la película es la manera en la que se ha enfocado la vida personal del cantante. Nada de sexo, nada de drogas y alguna mención al nombre de la enfermedad por la que terminó falleciendo Mercury, el sida.
Pero como decía el propio Rami Malek en una entrevista: “Los que quieran autenticidad, que vean un documental”. ‘Bohemian Rhapsody’ es una película light porque está hecha para todos los públicos, para que nadie pueda sentirse ofendido.
Y en ese sentido, han demostrado ser muy conscientes del material con el que trabajaban para darle la vuelta, dejar a un lado las miserias y llegar a la conclusión de que aquí hemos venido a pasarlo bien, a disfrutar y a cantar.
Una ‘feel good movie’ en toda regla en la que no se juzga ni se profundiza, simplemente se orquesta un tributo confeccionado a modo de chute de energía en el que lo importante es la conexión emocional con el personaje-icono.
4. Traspasa generaciones
Según el diario The Telegraph, la principal razón que sustenta el éxito de la película es que los niños adoran a Queen. La calificación por edades en España ha sido la de ‘No recomendada para menores de 12 años’, precisamente la franja (de los 12 a los 17) entre la que ha obtenido un éxito más inesperado.
Muchos piensan que el fracaso de la película de Disney ‘El cascanueces y los cuatro reinos’, que se estrenó el mismo fin de semana, tiene que ver con que parte de ese público prefirió ver ‘Bohemian Rhapsody’.
Si a eso le sumamos todas las diferentes generaciones que han ido creciendo con la música de Queen, tenemos uno de los espectros más extensos de público de los últimos tiempos.
5. Película evento
Todos los años nos encontramos con una. Una película que genera expectación antes de su estreno y que se convierte en un acontecimiento social. Todo el mundo tiene que verla y su impacto va propagándose a lo largo de las semanas.
Dicen que el término lo inventó Steven Spielberg a partir de ‘Tiburón’, pero lo cierto es que en los últimos tiempos este tipo de sensaciones cinematográficas habían estado restringidas a las sagas fantásticas (‘El señor de los anillos’, ‘Harry Potter’, ‘Crepúsculo’) o a películas de superhéroes (Marvel y compañía).
Hacía mucho tiempo que una cinta alejada de esas coordenadas lograba trascender de esa manera. No se trata de un éxito de un solo fin de semana, como ocurre con algunas películas de terror, sino que su eco sigue resonando casi veinte días después de su estreno. ¿Llegará hasta las Navidades?