La ‘Pequeña serenata nocturna’ de Mozart, y ‘Bohemian Rhapsody’ de Queen, favorecen el desarrollo del lenguaje en la etapa fetal.
ACTUALIZADO.- El vídeo de la canción Bohemian Rhapsody, de Queen, está considerado el primer documental musical que abrió el camino a la industria del videoclip como medio de masas con más influencia entre la gente joven.
Después llegaron muchos más, pero esta composición de la banda británica, liderada por el fallecido Freddie Mercury, se ha convertido ya en un clásico destinado a perdurar durante siglos como una obra maestra.
Como Mozart. No parece casualidad que sean las dos melodías preferidas por los fetos durante la gestación.
La motivación, los movimientos de la boca y de la lengua de los fetos al escuchar esta canción en el vientre de su madre está casi al mismo nivel de respuesta que ‘Pequeña sonata nocturna’ de Mozart.
Las dos encabezan una lista de treinta composiciones que más favorece el desarrollo de las áreas del lenguaje y la comunicación de los fetos durante la gestación. Así lo ha demostrado la ginecóloga leonesa Marisa López-Teijón en su última investigación desde el Instituto Marqués, la clínica de reproducción asistida que dirige en Barcelona. Los resultados que avanza a este periódico los presentó en el 5th International Conference of the International Association for Music and Medicine que se celebró en Barcelona del 7 al 10 de junio de 2018.
El estudio evidencia que los embriones no muestran una especial predilección por ningún estilo de música pero los fetos, aunque todavía se desconoce la causa, tiene predilección por las composiciones clásicas.
«Todos los estilos son capaces de remover el cultivo del embrión para favorecer su desarrollo», explica López-Teijón. El cambio sustancial se produce en la fase fetal. «La música considerada clásica tiene un mayor impacto y potencia la vocalización, con movimientos claros de la boca y de la lengua, lo que favorece el desarrollo del lenguaje».
El porqué a los fetos les gusta la música que ha perdurado o perdurará durante años está aún por demostrar. La realidad es que en esta etapa de la gestación los fetos responden mejor «a aquellas canciones que, por algún motivo, la humanidad ha preservado cientos de años».
En el estudio han participado trescientas embarazadas que forman parte de un estudio global sobre la influencia de la música en las distintas etapas de la gestación en el que han colaborado ya 1.500 mujeres.
La introducción de la música en el laboratorio en el que se desarrollan los embriones que después serán implantados a las mujeres que buscan un embarazo gracias a las técnicas in vitro convierte el centro ginecológico dirigido por la leonesa en un escenario visitado habitualmente por artistas de distintos estilos musicales.
Los últimos fueron Sharon Corr y Álex Ubago que actuaron recientemente en exclusiva para los cientos de embriones que se están desarrollando en estos momentos en las incubadoras, no solo del centro barcelonés sino que, gracias al streaming, también de las otras sedes (Clane y Villa Salaria, en Roma).
Sharon Corr—integrante del popular cuerteto irlandés The Corrs —, y Álex Ubago, interpretaron temas como ‘Amarrado a ti’ y ‘Buenos Aires’.
«Ha sido una experiencia muy emocionante. Es genial pensar que podemos formar parte del futuro. Todo este proceso es maravilloso y estoy realmente sorprendida sobre cómo funciona. En el fondo no me extraña que la música ayude a los embriones a formarse porque la música es la mejor teparia del mundo. Y por eso me siento tan honrada de haber podido participar en este concierto», asegura la cantante y violinista en el documento musical que recoge la página web del instituto.
Estos eventos, únicos en el mundo, se enmarcan en los trabajos del centro sobre los beneficios de la música en el desarrollo embrionario y fetal. Estas investigaciones fueron premiadas en septiembre en la Universidad de Harvard con el Ig Nobel de Medicina en el campo de la Obstetricia, galardón que tiene como objetivo que científicos de prestigio de todo el mundo presenten sus estudios ante el público de forma amena y divertida.
Los estudios de Institut Marquès demuestran que las vibraciones musicales aumentan un 5% la tasa de éxito de la fecundación in vitro y mejoran el desarrollo embrionario. Por este motivo el centro ha creado un método innovador que incluye la incorporación de música en todas las incubadoras de embriones.
«Con este sistema seguimos avanzando en nuestro objetivo de reproducir en el laboratorio las condiciones naturales que tendrían los embriones en el útero», asegura la doctora leonesa.