Alejandro Arbelo.- Quien más, quien menos, ha tenido algún episodio de éxito en su vida. Tal vez fruto de la casualidad o puede que como consecuencia del talento innato o del arduo esfuerzo, casi todos nosotr@s hemos saboreado estas mieles en alguna ocasión, ya sea en el ámbito académico, laboral o personal…
Esa sensación de tocar el cielo, de alcanzar cotas antes no imaginadas, se vuelve indescriptible cuando se trata de la primera vez… De eso versan precisamente estas líneas: de la primera vez que Queen alcanzó el éxito en las listas.
Contrariamente a lo que se pudiera pensar, no fue con la mítica Bohemian Rhapsody. Queen saboreó el éxito por primera vez un año antes, en 1974, en dos momentos diferenciados y gracias a dos míticos temas.
Aquel fue el año en el que la banda comenzó a ser tomada en serio, prodigándose Freddie y sus chicos en entrevistas para la prensa escrita, radio y televisión (pese a los roces habituales) y con un club de fans que no paraba de crecer…
El primero de estos hitos se produjo el 5 de marzo gracias al single Seven Seas of Ryhe. Se trataba de una canción que abordaba el tema espiritual y en el cual se criticaba el lado malo de las religiones. Fue la primera entrada en listas de Queen y el grupo se mostró exultante… no en vano le dio una dimensión mundial. El tema alcanzaría el puesto 10 en las listas.
El 11 de octubre de aquel mismo año, EMI lanzó el tercer single de la banda, el primero con dos caras A, Killer Queen y Flick Of The Wrist, cortes ambos sacados del tercer disco de Queen (Sheer Heart Attack), que aún no había visto la luz. Killer Queen supuso el primer gran éxito del grupo, dejándolo a las puertas del número 1 (lograron el número 2 en la UK Singles Charts), y recibiendo entusiastas críticas:
“Freddie Mercury se revela como un distinguido cantante de rock, y los acompañamientos, aunque a veces resulten complicados, suenan potentes y claros” – Sounds.
“Queen ha conseguido un sonido que demuestra que no son una banda de un solo éxito” – New Musical Express
“Killer Queen es la mejor incursión de Mercury en el campo del vodevil” – Allmusic
La canción recibió además varios premios. El Ivor Novello por el mejor sencillo y el Golden Lion en la misma categoría.
En noviembre de 1974 recibió también el Disco de Plata otorgado por la British Phonographic Industry en el Reino Unido y la revista Record Mirror, por su parte, le otorgó el segundo premio al sencillo del año en 1975.
Estos dos primeros éxitos insuflaron al grupo un ánimo renovado y les supuso, en gran medida, un cambio en sus vidas profesionales. Ambas canciones pueden considerarse la primera piedra con la que Queen cimentó su longeva y prolífica carrera, que no paró de reunir temazos desde aquel año.
Un verdadero punto de inflexión para uno de los grupos más importantes de la historia de la música, que podría servirnos a todos de ejemplo y estímulo para lograr, en el año que se inicia, y con esfuerzo mediante, las mayores cotas de éxito personal… Queeneros/as, Feliz 2018.